A medida que las temperaturas comienzan a descender, es fundamental prestar atención a la protección de las zonas verdes de nuestros hogares y garantizar el cuidado de las piscinas. Estas áreas no solo ofrecen un espacio de recreo, sino que también contribuyen al bienestar emocional y físico de quienes las disfrutan. A continuación, se ofrecen algunas recomendaciones para salvaguardar estos espacios durante los meses más fríos del año.
Para las zonas verdes, es importante comenzar con la limpieza del jardín. Retirar hojas secas, ramas y otros desechos ayudará a prevenir la formación de hongos y plagas que pueden dañar las plantas. Es recomendable también podar arbustos y árboles, eliminando las partes muertas o enfermas que podrían afectar el crecimiento de las plantas en primavera. Además, cubrir el suelo con una capa de mulching no solo embellece el jardín, sino que también protege las raíces de las heladas y retiene la humedad.
La elección de plantas resistentes a las bajas temperaturas es clave. Variedades como el romero, la salvia y algunas gramíneas no solo son decorativas, sino que también soportan mejor el frío. Para aquellos que prefieren mantener su jardín verde, la instalación de invernaderos o mallas antiheladas puede ser una excelente opción, ya que proporcionan un microclima favorable.
En cuanto a las piscinas, es esencial tomar medidas para proteger la superficie y el sistema de filtrado. Una de las primeras acciones es limpiar la piscina de manera exhaustiva, eliminando cualquier suciedad o escombro que se haya acumulado. Luego, es recomendable utilizar una cubierta para piscina que impida la entrada de hojas y suciedad, además de evitar que el agua se enfríe demasiado al aire libre.
No hay que olvidar la importancia del mantenimiento del sistema de filtración. Es aconsejable desinfectar el agua y ajustar la química para evitar problemas de algas y bacterias durante el invierno. Si la piscina no se utilizará durante varios meses, vaciarla hasta su nivel de drenaje es una práctica recomendada, aunque siempre es mejor consultar a un profesional que evalúe la mejor opción según las características especificas de la piscina.
Finalmente, la inversión en un calentador de piscina puede resultar útil para extender la temporada de uso en climas más templados, proporcionando así un espacio de esparcimiento durante los días fríos.
Con estas sencillas acciones, es posible resguardar tanto las zonas verdes como la piscina durante el invierno, asegurando que estos espacios sigan siendo un refugio de bienestar y disfrute una vez que la primavera vuelva a asomarse. Al poner en práctica estos cuidados, no solo se preserva la inversión realizada, sino que se contribuye a la creación de un entorno hogareño más saludable y agradable.





