Miles de personas desplazadas en Khan Younis, al sur de la Franja de Gaza, hacen cola durante horas para conseguir alimentos, sin embargo, muchos regresan a casa con las manos vacías debido a la escasez extrema de productos de primera necesidad. La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) ha advertido que las necesidades humanitarias en la región continúan aumentando de manera alarmante, lo que ha llevado al organismo a reiterar su llamado a un alto el fuego inmediato.
La mayoría de los habitantes de Gaza no puede satisfacer ni siquiera sus necesidades más básicas para la supervivencia, una situación que ha provocado una creciente preocupación en la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Esta entidad ha señalado que muchas personas que huyen del norte de la Franja se refugian en la ciudad de Gaza, donde se encuentran en condiciones desgastantes, viviendo en tiendas de campaña sobrepobladas o en edificios dañados, carentes de electricidad.
OCHA ha enfatizado que la situación es crítica, con un urgente requerimiento de suministros y servicios básicos, y ha mencionado que las limitaciones en las operaciones de ayuda están obstaculizando la asistencia humanitaria. Tom Fletcher, jefe de ayuda de emergencia de la ONU, ha declarado que la entrega de ayuda al territorio palestino se ha vuelto casi imposible debido a los ataques de las fuerzas israelíes y la denegación de acceso en este territorio asediado. Desde el 6 de octubre, han sido rechazadas más de 100 solicitudes para acceder con ayuda vital al norte de Gaza.
La oficina de OCHA ha informado que sólo dos misiones humanitarias han logrado entrar en las zonas sitiada del norte de Gaza, ambas el 20 de diciembre. Una de estas misiones distribuyó alimentos y agua en Beit Hanoun, mientras que la otra, liderada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), llevó combustible y unidades de sangre al Hospital Kamal Adwan. Durante estas misiones, los residentes expresaron su temor a que se generaran ataques aún más violentos tras la entrega de ayuda, una inquietud que tiene su fundamento en acontecimientos anteriores.
Por otro lado, las agencias de la ONU han alertado sobre el colapso del orden público y el saqueo sistemático de cargamentos de suministros por parte de bandas locales. A pesar de las garantías de seguridad por parte de las autoridades israelíes, el 22 de diciembre, un convoy del Programa Mundial de Alimentos fue atacado cerca de sus camiones, lo que expone la fragilidad de la situación en la región. De los 66 camiones que partieron para entregar alimentos y otros artículos esenciales, solo 43 lograron llegar a su destino, mientras que 23 fueron robados a lo largo del trayecto.
Fuente: ONU últimas noticias
