En el campo de la reproducción asistida, los fallos de implantación y los abortos recurrentes han representado un desafío significativo para pacientes y especialistas. Estos problemas afectan entre el 10% y el 20% de los tratamientos fallidos, convirtiéndose en una fuente de frustración y dolor para quienes buscan concebir. Sin embargo, un avance reciente del Grupo Tambre podría cambiar este panorama y ofrecer renovadas esperanzas a las personas que enfrentan estas complicaciones.
El Grupo Tambre, ampliamente reconocido por su especialización en medicina reproductiva avanzada, ha integrado en sus protocolos el uso de una citoquina innovadora denominada ‘Citoquino’. Este desarrollo ha mostrado resultados alentadores en la mejora de las tasas de implantación de embriones antes de la fecundación in vitro (FIV). Según los datos preliminares, las tasas de embarazo en mujeres con antecedentes de fallos de implantación han aumentado al 40%, una mejora significativa en comparación con el 27,8% obtenido con métodos anteriores.
La innovación se presenta como una luz al final del túnel para pacientes con un historial de abortos recurrentes. En estos casos, la tasa de implementación también ha mejorado, superando el 23%, un avance que renueva las esperanzas de éxito para quienes se enfrentan a estos desafíos.
El proceso de fertilidad exitoso en tratamientos de reproducción asistida depende significativamente de que el embrión se implante con éxito en el útero. Cada intento fallido representa no solo una oportunidad perdida, sino también un impacto emocional considerable. Por esta razón, ‘Citoquino’ se ve como una puerta hacia mejores resultados y un camino más esperanzador para aquellos enfrentando dificultades.
Los estudios indican que ‘Citoquino’ podría favorecer también el desarrollo embrionario hasta la etapa de blastocisto, crucial para el éxito del tratamiento. El uso en un segundo ciclo de fertilidad puede aumentar significativamente las probabilidades de éxito, algo especialmente relevante para pacientes cuyos embriones no alcanzan el blastocisto en ciclos previos de FIV.
La doctora Susana Cortés, directora de laboratorios del Grupo Tambre, destaca la importancia de este avance. «Es muy importante ganar tiempo y optimizar este proceso crucial. Aprovechar cada oportunidad para mejorar los resultados de los tratamientos es nuestra prioridad,» explica Cortés.
El origen de muchos tratamientos fallidos de FIV se debe a fallos de implantación, afectando entre un 20% y un 30% de los casos, así como a los abortos recurrentes que afectan al 10-15% de las mujeres sometidas a este tipo de tratamiento. Buscando soluciones, el Grupo Tambre ha implementado ‘Citoquino’, un medio de cultivo innovador que mejora la viabilidad de los embriones y las tasas de implantación.
‘Citoquino’ es un medio de cultivo de última generación desarrollado por CooperSurgical. Su nombre científico es SAGE 1-Step GM-CSF, que utiliza el Factor Estimulante de Colonias de Granulocitos y Macrófagos (GM-CSF), una citoquina que funciona como un «nutriente» especial para el crecimiento y desarrollo de los embriones. Estudios previos han demostrado que este compuesto mejora significativamente las tasas de formación de blastocistos y, potencialmente, las tasas de embarazo al apoyar las etapas tempranas del desarrollo embrionario.
En definitiva, la incorporación de ‘Citoquino’ en los tratamientos de fertilidad del Grupo Tambre podría representar un cambio de paradigma para pacientes que han experimentado repetidos fracasos al intentar concebir, brindando una nueva fuente de optimismo en el complejo camino hacia la maternidad y paternidad deseada.
