La vida cotidiana depende cada vez más del espacio para conectar a las personas y los dispositivos en ámbitos esenciales como las comunicaciones, la banca, el comercio, la ciencia y la vigilancia medioambiental, entre muchos otros, por lo que resulta esencial disponer de lanzadores propios.
Europa retiró el Ariane 5 en 2023 y, ante la imposibilidad de usar los cohetes rusos Soyuz por la guerra de Ucrania, se vio obligada a contratar los servicios de la estadounidense Space X para algunos de sus proyectos, ya que esta empresa es capaz de reutilizar sus naves y abaratar los costes.
En este contexto, los países europeos presentan esta semana el Ariane 6, su nuevo lanzador de más de 60 metros (en su versión superior) para poner en órbita cargas de hasta 21 toneladas. Las claves del vuelo inaugural han sido explicadas por los técnicos de la Agencia Espacial Europea (ESA) en diversos idiomas. En español se han encargado Lucía Linares, responsable de estrategia y vuelos institucionales de la agencia, y Matías Fernández, responsable de estructuras de Ariane 6.
El lanzamiento está programado para el 9 de julio de 2024. La ventana de lanzamiento estará abierta desde las 20 a las 24 horas (hora peninsular española), aunque, como suele ocurrir en este tipo de despegues, está sujeta a cambios. El acontecimiento se podrá seguir en la televisión web de la ESA.
El lugar de lanzamiento será el Puerto Espacial Europeo de Kurú, en la Guayana Francesa, con una localización privilegiada cerca del ecuador. El complejo de lanzamiento de Ariane 6 ha sido desarrollado recientemente y cuenta con una estructura móvil para integrar el cohete, los impulsores y las cargas útiles. Cientos de metros de túneles protegen los cables de conexión de datos y las tuberías que llevan el combustible al lanzador, así como las de un sistema de diluvio de agua que se activa durante el despegue. Las pruebas en tierra se han realizado con éxito.
Ariane 6 garantizará a Europa un acceso seguro y autónomo al espacio, de modo que no dependa de las capacidades y prioridades de otras naciones. La decisión se adoptó en 2014 y ahora, con cuatro años de retraso por la pandemia, la guerra de Ucrania y otros factores, se inaugura y pone a prueba este nuevo lanzador europeo.
El lanzador consta de tres secciones: propulsores (dos o cuatro), etapa principal y etapa superior. Los propulsores situados en el lateral de la etapa principal brindan el empuje principal durante el despegue. Dependiendo de la potencia necesaria para cada vuelo, Ariane 6 dispone de dos versiones: 62, con dos propulsores (como en este primer vuelo) y 56 metros de altura; y 64, con cuatro propulsores y 62 metros de altura. La etapa principal está impulsada por el motor de combustible líquido Vulcain 2.1, una versión mejorada del que tenía Ariane 5.
Por su parte, la innovadora etapa superior está propulsada por un motor Vinci de reignición que funciona con oxígeno e hidrógeno líquidos, los mismos combustibles que usa la etapa principal. Este motor ayuda a poner en órbita varios satélites en una sola misión. En la parte superior, el carenado o revestimiento protege los satélites u otra carga de las tensiones térmicas, acústicas y aerodinámicas durante el lanzamiento.
Con capacidad para reiniciar su etapa superior hasta cuatro veces y una innovadora unidad de potencia auxiliar (APU, para que el motor Vinci reinicie en el espacio manteniendo una presión adecuada en los depósitos de combustible), Ariane 6 resulta especialmente adecuado para lanzar misiones con varias cargas útiles, incluidas las constelaciones de satélites en órbita.
Una vez enviadas todas las cargas, este novedoso motor e innovación realizan una última ignición para deshacerse de la etapa superior y evitar que se convierta en basura espacial. Además de su versatilidad, la sostenibilidad es otro de los distintivos de Ariane 6, tratando de reducir el impacto ambiental en las distintas fases de desarrollo. Respecto a la masa de carga útil que puede transportar el lanzador, la versión 62 hasta 10,3 toneladas para la órbita baja terrestre y 4,5 toneladas para la órbita geoestacionaria, y la versión 64, 21,6 toneladas y 11,5 toneladas respectivamente.
El vuelo inaugural durará 2 horas, 51 minutos y 40 segundos. Durante este tiempo se producirán los sucesivos encendidos, separaciones, desconexiones y propulsiones de la nave. Se mostrará la etapa superior reiniciable del cohete. La nave alcanzará una órbita circular baja a unos 580 km de altitud, parecida a la que se está previsto lanzar los satélites del sistema global de navegación Galileo, con unos 56 grados de inclinación respecto al ecuador.
En su vuelo inaugural, Ariane 6 lleva varios pequeños satélites (nanosatélites o cubesats, del tamaño de una caja de zapatos), dispositivos de despliegue y experimentos de agencias espaciales, empresas, institutos de investigación, universidades y jóvenes profesionales. La Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), por ejemplo, envía el nanosatélite 3Car-4 (para observar la Tierra, estudiar fenómenos meteorológicos y climáticos, así como localizar y monitorizar barcos para evitar accidentes), y la empresa gallega UARX Space aporta el dispensador de satélites RAMI.
Los distintos satélites y dos cápsulas de reingreso se han sincronizado para su puesta en órbita. No se lanzarán todas las misiones. Algunos experimentos permanecerán unidos a la etapa superior del Ariane 6, realizando su trabajo y recopilando datos durante el vuelo del cohete para, posteriormente, volver juntos al unísono como paracaidistas que se sujetan con fuerza para descender a la Tierra.
Para el desarrollo de Ariane 6, la ESA ha colaborado con una red industrial de 13 países europeos, encabezada por el contratista principal y responsable del diseño: ArianeGroup. En este proyecto Francia contribuye con un 55,6%, Alemania con un 20,8%, Italia con un 7,7% y España con un 4,7%.
La agencia espacial francesa, CNES, se encarga de las instalaciones de lanzamiento en Kurú. Por su parte, Arianespace es el proveedor de servicios de lanzamiento que comercializa y opera Ariane 6 para poner en órbita los satélites y misiones de los clientes institucionales y comerciales.
Desde España, Airbus aporta adaptadores, estructuras, arneses, unidad de fuegos pirotécnicos y otros componentes del lanzador; y Sener y Thales Alenia Space, respectivamente, la antena y el transmisor de la telemetría.
Tras este vuelo inaugural de Ariane 6, está previsto realizar otro a finales de este año, cuatro más en 2025, ocho en 2026 y a partir de 2027, operar con una cadencia «nominal» de nueve lanzamientos al año. Mientras tanto, con el prototipo Prometheus, también avanzan los trabajos para desarrollar un motor reutilizable para cohetes europeos.
Fuente: Agencia Sinc