Se imagina uno al mirar el Citroën C4 muchas cosas, por las grandes llantas que incorpora, los arcos de rueda bien pronunciados, una carencia en el techo tanto adelante como atrás de ángulos decrecientes importantes o considerables, con un cabo bien desarrollado como para decir abiertamente que se ha pensado en la aerodinámica de manera seria, y finalmente con un cierre trasera del coche que se presta para pensar en que el modelo en definitiva carece de resistencia en su desplazamiento, todas estas cuestiones nos llegan a la conclusión de que el modelo C4 es un coche preparado para la velocidad.
Desde una visión lateral del vehículo, se puede apreciar que los cortes de las ventanas son meticulosamente desarrollados en conformidad y armonía a la cadencia del techo del vehículo tanto adelante como atrás, de la misma manera el lateral no es precisamente plano pero tampoco es demasiado ovalado sino que hay un claro equilibrio de las formas redondeadas con el objeto de encontrar la menor resistencia posible al momento de desplazarse a gran velocidad.
La parte trasera del coche luce unos pocos bastante llamativos, los cuales se parecen en parte a uno de los implementados por Volvo, los cuales eran del tipo Herradura aunque cómo se puede apreciar no son idénticos, siendo un poco más delicados y finos los del Citroën, mientras que vuelvo se dedica a provocar una figura aún más impactante y robusta. Mirando un poco más debajo de la quinta puerta del coche, se podrá apreciar y que carece absolutamente de un paragolpes trasero, y eso podría tener muchas razones, quizás la que más peso tenga es justamente la de lograr una estética armoniosa con el resto de las líneas que el vehículo posee, otra podría ser encontrar menor resistencia en desplazamientos a velocidades altas, y así más allá de encontrar la verdadera razón hay que mencionar que el objetivo es que el coche luce armonioso y equilibrado.
