El envejecimiento cutáneo, un proceso natural que afecta a todos, se ve acelerado por pequeños hábitos cotidianos que, a menudo, pasan desapercibidos. Expertas en dermocosmética de marcas como Perricone MD, Advanced Nutrition Programme y Byoode han identificado prácticas comunes que pueden estar robándole vitalidad a la piel y contribuyendo a la aparición de signos visibles de edad.
Uno de los mayores culpables es el constante contacto manual con el rostro. Investigaciones de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia) muestran que las personas se tocan la cara, en promedio, 23 veces por hora. Según Raquel González, cosmetóloga y fundadora de Byoode, este hábito no solo transporta bacterias, sino que también provoca inflamaciones que pueden causar granitos, enrojecimientos y una mayor producción de sebo, acelerando así el envejecimiento.
Otro gesto diario que puede ser perjudicial es la aplicación agresiva de cosméticos. Estefanía Nieto, directora técnica de Medik8, advierte que masajear excesivamente la piel durante la limpieza o la aplicación de productos puede resultar en arrugas prematuras y brotes, debido a la irritación que causa. Es preferible aplicar los productos con suavidad para mantener la integridad de la piel.
Además, la dieta juega un papel fundamental. Sole Urrutia, directora nutricional de Advanced Nutrition Programme, señala que un alto consumo de azúcar, especialmente a través de zumos y refrescos, genera picos glucémicos que afectan negativamente al colágeno y a la elasticidad de la piel. Se sugiere sustituir estas bebidas por smoothies que conserven la fibra y agregar suplementos como Skin Ultimate, que enriquecen la piel desde adentro.
La calidad del descanso también incide en la salud cutánea. Patricia Garín, directora de dermocosmética de Boutijour, recomienda lavar la funda de la almohada cada pocos días, ya que la acumulación de bacterias dificulta la renovación celular. Isabel Reverte, directora de Ambari, añade que es importante seleccionar almohadas adecuadas que se adapten al rostro, para evitar arrugas provocadas por la presión continuada.
Por último, el estrés es otro enemigo silencioso del envejecimiento cutáneo. Mireia Fernández, directora dermocosmética de Perricone MD, explica que un aumento en los niveles de cortisol puede causar inflamación y deshidratación, lo que afecta la producción de colágeno y elastina. Para combatir estos efectos, es esencial no solo gestionar el estrés, sino también utilizar cosméticos que refuercen la piel, como el sérum iluminador Watercress & Copper Lyric o el Cold Plasma Plus+ The Intensive Gel Mask de Perricone MD.
Conscientes de estos factores, es posible adoptar hábitos más saludables que contribuyan a mantener una piel joven y radiante.