Investigadores del Departamento de Energía del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley de EE.UU. y la Universidad de California en Berkeley, han conseguido convertir el exceso de calor que generamos directamente en energía y esperan poder utilizar el calor de nuestro cuerpo para recargar las baterías.
Curiosamente los investigadores afirman que no saben exactamente cómo funciona su hallazgo, pero aún así, han descubierto la forma de aumentar la eficiencia de la conversión del exceso de calor en energía “en un factor de 100”.
Los autores del informe afirman que las prendas de vestir hechas de material embebido con módulos termoeléctricos, podrían un día «recargar dispositivos electrónicos móviles con el calor de uno mismo».
¿A quién no se le ha olvidado el dichoso cuando se ha ido de vacaciones alguna vez?
Vía: engadgetmobile
