Caída en la Participación de Energías Renovables en la Electricidad a Inicio de 2025

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A dam of a hydro powerplant.

En el primer trimestre de 2025, el 42,5% de la electricidad neta generada en la Unión Europea provino de fuentes de energía renovable, lo que representa una disminución de 4,3 puntos porcentuales en comparación con el mismo periodo del año anterior. A pesar de que la generación de electricidad a partir de energía solar experimentó un notable aumento, pasando de 40,9 TWh a 55 TWh, esta alza no fue suficiente para compensar la caída en la producción de energía hidroeléctrica y eólica, que se redujo de 260,5 TWh a 218,5 TWh.

En términos de países, Dinamarca lideró la lista con el mayor porcentaje de energía renovable en su mezcla eléctrica, alcanzando el 88,5%. Portugal y Croacia les siguieron, con 86,6% y 77,3%, respectivamente. Por otro lado, los valores más bajos de energías renovables se registraron en República Checa (13,4%), Malta (14,4%) y Eslovaquia (15,1%).

Destacando una tendencia preocupante, en 19 de los países de la UE, la participación de las fuentes de energía renovable en la generación eléctrica neta disminuyó en el primer trimestre de 2025. Los descensos más pronunciados se observaron en Grecia (-12,4 pp), Lituania (-12,0 pp) y Eslovaquia (-10,6 pp), lo que resalta la vulnerabilidad de ciertos países ante las fluctuaciones en la producción de energía hidroeléctrica y eólica.

La composición de la generación de energía renovable en este periodo mostró que el viento representó el 42,5%, seguido de la hidroeléctrica con un 29,2% y la solar con un 18,1%. Además, las energías renovables combustibles alcanzaron un 9,8%, mientras que la energía geotérmica apenas contribuyó con un 0,5%.

Estos datos son un reflejo de las constantes variaciones en el sector energético europeo, donde la dependencia de fuentes renovables presenta tanto oportunidades como retos, particularmente ante las condiciones climáticas que afectan a la producción de electricidad en diversas regiones. La transición hacia un futuro más limpio parece estar perdiendo impulso, lo que podría comprometer los objetivos climáticos establecidos por la Unión.