Caída del 12% en la Inversión Extranjera en América Latina y el Caribe en 2024

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En América Latina y el Caribe, la inversión extranjera cayó un 12% en 2024

La inversión extranjera directa mundial ha disminuido un 11%, marcando el segundo año consecutivo de descenso y evidenciando una desaceleración en los flujos de capital productivo, según el informe publicado por el organismo de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD). En América Latina y el Caribe, los flujos de inversión también han caído, registrando una disminución del 12% en 2024, alcanzando los 164.000 millones de dólares. Sin embargo, el informe destaca avances sectoriales y nacionales que evidencian una resistencia subyacente y un potencial a largo plazo.

El panorama de la inversión en 2024 estuvo marcado por tensiones geopolíticas y una fragmentación del comercio, así como un aumento en la competencia en políticas industriales. Estas circunstancias, junto a un riesgo financiero elevado y una creciente incertidumbre, están transformando el mapa de inversiones global y debilitando la confianza de los inversores a largo plazo. La secretaria general de UNCTAD, Rebeca Grynspan, advirtió que muchas economías están quedando atrás no por falta de potencial, sino porque el sistema actual tiende a canalizar el capital hacia donde es más fácil, en lugar de a donde más se necesita.

En Sudamérica, la caída de inversión fue especialmente notable, afectando a economías relevantes como Argentina, Chile, Colombia y Brasil. A pesar de un descenso del 8% en la inversión extranjera, Brasil sigue siendo el principal receptor de capital de la región, impulsado por inversiones en energías renovables. En términos generales, los responsables políticos de América Latina y el Caribe han dirigido sus esfuerzos en promover estrategias innovadoras para atraer inversión hacia sectores prioritarios, como el hidrógeno verde.

En cuanto a América Central, la inversión experimentó un ligero crecimiento liderado por México, gracias a su sector manufacturero y logístico. Por otro lado, el Caribe registró un incremento del 21% en la inversión extranjera, alcanzando los 3.900 millones de dólares, gracias a la estabilidad en la República Dominicana. Las inversiones nuevas, donde las empresas establecen operaciones desde cero en el extranjero, también aumentaron en número y valor, particularmente en los sectores del petróleo refinado, la economía digital y las energías renovables, con contribuciones notables de Argentina y Brasil.

Sin embargo, la actividad internacional de financiamiento, esencial para impulsar infraestructuras y servicios públicos, ha sufrido una caída significativa en la mayor parte de la región, especialmente en América del Sur y Central, aunque el Caribe ha resaltado por un notable aumento. Países como Brasil, Chile, Jamaica, Perú y Uruguay han sido destinos clave para la financiación de proyectos, especialmente en energías renovables. Grynspan remarcó la necesidad de alinear las inversiones públicas y privadas con los objetivos de desarrollo para ofrecer estabilidad y previsibilidad en el mercado, sugiriendo que la volatilidad actual podría transformarse en oportunidades futuras.
Fuente: ONU últimas noticias