Muchas veces hemos tenido la oportunidad de apreciar distintos modelos, sean éstos alemanes o italianos en su mayoría, presentan diseños innovadores, aerodinámicos y por sobre todas las cosas muy atractivos, todo lo cual contribuye al crecimiento en cuanto al diseño del parque automotriz que hoy por hoy ha dejado la vara muy alta para todos los que quieran una parte del podio en el buen diseño.
A través del presente artículo se quiere tratar al coche Bugatti Veyron, el cual se jacta de ser el vehículo más rápido del mundo, inclusive se le puede ver en un video alcanzando los 400 kph, algo simplemente fuera de serie para un vehículo que no sólo promete en cuanto a las prestaciones teóricas que posee su motor, sino también por el agresivo y bien diseñado aspecto deportivo que posee.
A rasgos generales el modelo Bugatti Veyron 164, es una obra de arte, combinando líneas bien definidas y por sobre todas las cosas juegos de contorno en donde los volúmenes son el atractivo principal del vehículo, el Bugatti ha sabido imponerse ante la crítica. Podemos apreciar claramente por ejemplo que en su capó se entremezclan las simplezas de las líneas y los abultados volúmenes en lo que podría ser una carrocería de arco de rueda. Asimismo posee una parrilla poco convencional la cual sin ser necesariamente atractiva sienta muy bien en comunión con las dos entradas de aire ubicadas en los extremos del paragolpes delantero.
A rasgos generales todo el modelo posee volumen, se puede apreciar a simple vista que son las entradas de aire y los ensanches de carrocería quienes marcan el agresivo espíritu de un modelo que está destinado a ser el mejor o uno de los mejores en el mundo. Los focos delanteros sin ser precisamente innovadores logran presentar un atractivo diseño al combinar perfectamente con la estructura general del coche, lo cual demuestra que no necesariamente se necesita diseñar un determinado accesorio o parte del vehículo de forma prolija cuando todo el coche en sí mismo está orientado al objetivo, pues es ahí cuando cada parte logra cumplir con un rol que termina convirtiendo a un coche de partes convencionales en un modelo distinto al resto.
Como es de esperarse el Bugatti Veyron involucra al menos en las fotos que se adjuntan la combinación de los colores entremezclados en razón del diseño de su carrocería, lo cual junto con unas llantas impresionantes logran dar el aspecto adecuado a un coche que en carretera no se logra distinguir si su conductor le exige un poco, sin duda alguna éste es el mejor modelo del mundo pues combina prestaciones increíbles y un diseño absolutamente llamativo.