Casi noventa entidades de Bizkaia han lanzado un llamamiento a la ciudadanía para participar en la 6ª Campaña de Recogida de Ayudas Técnicas, presentada recientemente en Bilbao. Esta iniciativa, impulsada por el Banco de Ayudas Técnicas y coordinada por la Fundación Bultzatu, tiene como objetivo reforzar la red de artículos de apoyo y facilitar su acceso a las personas que los necesiten.
La campaña de este año se centra en la creciente demanda de estos recursos en un contexto de envejecimiento de la población, haciendo un llamado a la población a donar productos en buen estado, como sillas de ruedas y camas articuladas, para su reutilización y préstamo solidario.
El Banco de Ayudas Técnicas se encarga anualmente de canalizar cientos de préstamos de productos utilizados, que son recuperados y reacondicionados para que puedan ser utilizados de nuevo por quienes los necesitan. Las personas interesadas en donar pueden hacerlo contactando al BAT a través del teléfono 94 440 91 16 o por correo electrónico a [email protected]. El equipo informará sobre la mejor manera de entregar o recoger los artículos donados.
Desde su primera edición hace seis años, la campaña ha promovido una cultura de donación y reutilización en la región, logrando un impacto significativo con más de 772 artículos donados provenientes de más de 489 personas y entidades. Desde la Fundación Bultzatu subrayan la importancia de estas donaciones, destacando que cada producto representa una mejora en la vida diaria de muchas familias.
Los datos revelan una creciente necesidad de apoyos. En Euskadi, más del 15% de las personas mayores de 55 años requieren ayuda para realizar actividades cotidianas, cifra que aumenta al 43,3% entre las octogenarias. Asimismo, el 75% de las personas mayores desean envejecer en su hogar, lo que enfatiza la urgencia de facilitar el acceso a las ayudas técnicas que favorezcan su autonomía y bienestar.
La Encuesta de Familias y Hogares Vascos señala que el 36% de los hogares en la región está encabezado por personas mayores de 65 años, siendo en estos hogares unipersonales donde esta cifra sube al 52,8%. Estos datos evidencian la necesidad de contar con recursos que aseguren una vida digna y autónoma para la creciente población mayor.





