Barcelona Supera a Londres y Los Ángeles en Turismo Masivo y Vida Nocturna, Según Altezza Travel

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Turismo masivo y vida nocturna ponen a Barcelona por encima de Londres y Los Ángeles, según Altezza Travel

Barcelona ha sido designada como la segunda ciudad más ruidosa del mundo, solo superada por Nueva York, de acuerdo con un reciente estudio que analiza los paisajes sonoros en 30 grandes urbes globales. Este reconocimiento pone de manifiesto la excepcional densidad urbana de la capital catalana, su vida nocturna exuberante y el impacto del turismo masivo.

Con una población que alcanza los 1,6 millones de habitantes y una densidad de 16.043 personas por kilómetro cuadrado, Barcelona ha recibido más de 20 millones de visitantes en el último año. Esto equivale a más de 201.000 turistas por kilómetro cuadrado, cifra que supera de manera notable a otras ciudades como Nueva York, que recibe 137.712 visitantes por kilómetro cuadrado, o Londres, con 23.705.

La vida nocturna de Barcelona es intensa, con aproximadamente 637 actividades nocturnas, que incluyen desde bares y discotecas hasta ‘night walking tours’. Esta combinación de una estructura urbana compacta y un alto volumen de visitantes contribuye a crear un ambiente sonoro constante a lo largo de la ciudad.

A diferencia de otras ciudades, donde el ruido proviene en gran parte del tráfico vehicular, en Barcelona la mayor parte del ruido es resultado de la actividad social: el bullicio de los turistas, las fiestas, la música en las calles y el ocio nocturno en barrios densamente poblados como el Gótico, Gràcia y la Barceloneta. A pesar de que el tiempo medio en coche es relativamente corto, de unos 30 minutos, el nivel promedio de contaminación acústica se sitúa en 62,97 decibelios, señalando que el ruido tiene más que ver con la vibrante vida urbana que con la movilidad.

El estudio coloca a Nueva York en primer lugar, con una puntuación global de 134 sobre 150, destacando su alta densidad poblacional y su extensa oferta nocturna, que incluye 802 actividades y 65 millones de turistas anuales. En tercer lugar se encuentra Los Ángeles, con una mayor influencia del tráfico en su panorama sonoro, mientras que Londres, aunque cuenta con un elevado número de actividades nocturnas y turistas, presenta una contaminación acústica más moderada.

Ante este contexto, Barcelona enfrenta el desafío del ruido urbano, que se ha convertido en un tema de creciente preocupación para la salud pública y la sostenibilidad del turismo. En respuesta, el Ayuntamiento de la ciudad ha promulgado medidas, como la prohibición de las rutas de borrachera, con el fin de mejorar la calidad de vida y el bienestar de sus habitantes, así como reducir el nivel de ruido en la ciudad.