En la 30.ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), se vivió un momento histórico al discutirse la hoja de ruta para eliminar gradualmente los combustibles fósiles. La propuesta de Brasil fue respaldada por ministros de varios países, entre ellos Alemania, Reino Unido, Colombia y Kenia, quienes pidieron que este tema sea elevado a las negociaciones formales. Este apoyo es crucial para fortalecer las referencias a la transición energética en el texto que se espera aprobar, buscando limitar el calentamiento global a 1,5 °C.
Durante la jornada, Marcele Oliveira, campeona joven de la COP30, instó a los líderes a tomar decisiones inmediatas. Su mensaje, cargado de urgencia, resaltó que los combustibles fósiles están «destruyendo sueños» y que la movilización hacia una justicia climática es una prioridad. Oliveira enfatizó que cualquier discusión en la COP30 debe centrarse en la protección del futuro de las nuevas generaciones, aludiendo a la reciente decisión de la Corte Internacional de Justicia que considera la inacción climática como un crimen ambiental.
Más tarde, António Guterres, Secretario General de la ONU, se reunió con jóvenes de todo el mundo, reconociendo que las generaciones anteriores no han logrado contener la crisis climática. Guterres subrayó la importancia de la transición hacia energías renovables y advirtió que enfrentarse a los poderosos grupos de presión es fundamental en este proceso. Resaltó que la presión juvenil es imprescindible en la COP30 para asegurar un cambio efectivo.
En este contexto, jóvenes como João Victor da Silva y Nigel Maduro compartieron sus experiencias y preocupaciones, destacando que muchos de ellos simplemente desean ser niños y adolescentes, libres de la carga de la activismo climático. La situación en sus países, como la desaparición de playas en Aruba, demuestra la urgencia de la acción.
La líder indígena Txai Suruí también intervino, describiendo la reunión juvenil como un momento de esperanza. Subrayó la importancia de que las voces indígenas sean escuchadas en la COP, advirtiendo sobre el peligro inminente que enfrenta el Amazonas. Además, destacó que las protestas están marcando esta edición de la conferencia, señalando que son una manifestación necesaria en un país democrático como Brasil.
A pesar de los desafíos que representan los poderosos lobbies corporativos, Txai manifestó una creciente visibilidad y reconocimiento de las comunidades indígenas como guardianes de la naturaleza. Para que la transición energética sea efectiva y justa, es esencial que sea inclusiva, atendiendo especialmente las demandas de los pueblos indígenas y asegurando la demarcación de sus tierras.
El llamado general de los jóvenes en la COP30 es claro: es imperativo actuar ahora para garantizar un futuro habitable. Cada voz y cada protesta en esta conferencia buscan no solo ser escuchadas, sino traducirse en decisiones concretas que marquen un cambio significativo en la lucha contra la crisis climática.
Fuente: ONU últimas noticias





