Avances en América Latina: Un Lento Progreso Frente al Hambre Mundial

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Aún hay 673 millones de personas que sufren hambre en el mundo, América Latina avanza en su reducción

Durante la Segunda Cumbre de Sistemas Alimentarios de la ONU, celebrada en Addis Abeba, Etiopía, se presentó un informe interagencial que revela una ligera disminución del hambre global en 2024, aunque las cifras en regiones como África y Asia occidental continúan aumentando. Según el informe, el 8,2% de la población mundial, lo que equivale a unos 673 millones de personas, pasó hambre en 2024, mejorando levemente respecto al 8,5% de 2023, pero aún superando los niveles anteriores a la pandemia.

El Secretario General de la ONU, António Guterres, en un mensaje de video durante la inauguración de la Cumbre, subrayó que “nunca se debe aceptar el hambre como arma de guerra”. El informe, conocido como Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo 2025, destaca que América Latina y el Caribe se perfilan como las únicas regiones con avances sostenidos en la lucha contra el hambre, logrando reducir el porcentaje de personas subalimentadas al 5,1% en 2024, lo que representa una mejora significativa respecto al 6,1% de 2020. Esta tendencia positiva se atribuye a políticas públicas más robustas y a inversiones en sistemas alimentarios locales.

A pesar de los progresos en América Latina, el informe revela que África sigue siendo la región más afectada, con más del 20% de su población, cerca de 307 millones de personas, sufriendo hambre. Asimismo, en Asia occidental, el 12,7% de la población, más de 39 millones de personas, enfrenta la inseguridad alimentaria. Ambas regiones padecen los impactos de conflictos prolongados, el cambio climático y la inflación alimentaria, que han agravado su situación.

Las proyecciones de la ONU son alarmantes; se estima que para 2030, hasta 512 millones de personas podrían estar crónicamente subalimentadas, con casi el 60% de estos en África. Entre tanto, algunos indicadores de nutrición infantil han mejorado, como la disminución del retraso en el crecimiento en menores de cinco años, que bajó del 26,4% en 2012 al 23,2% en 2024. Sin embargo, otros problemas persisten, como el aumento de la obesidad y la anemia entre mujeres en edad fértil.

El informe también señala las consecuencias de la inflación alimentaria entre 2021 y 2023, exacerbada por la pandemia de COVID-19 y la guerra en Ucrania. En los países de renta baja, la inflación de alimentos llegó a alcanzar el 30% en mayo de 2023, agravando la situación de muchas familias vulnerables. Aunque el número de personas que no pueden costear una dieta saludable cayó de 2760 millones en 2019 a 2600 millones en 2024, el avance no ha sido equitativo, con un aumento en los países de bajos ingresos.

Los líderes de las agencias de la ONU han hecho un llamado urgente a reforzar la cooperación internacional y las inversiones en el ámbito rural. Qu Dongyu, director general de la FAO, instó a intensificar los esfuerzos para garantizar el acceso universal a una alimentación segura y nutritiva. Por su parte, Cindy McCain, directora ejecutiva del PMA, advirtió que los recortes presupuestarios pueden revertir los modestos avances logrados, poniendo en riesgo la ayuda alimentaria necesaria para millones de personas.
Fuente: ONU últimas noticias