La directora de Operaciones Globales de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Maarit Kohonen Sheriff, expuso este miércoles ante el Consejo de Derechos Humanos un informe alarmante sobre la situación de los asentamientos israelíes en los territorios palestinos ocupados, que incluye a Jerusalén Oriental y los Altos del Golán. Sheriff argumentó que la transferencia continua de competencias del ejército israelí al gobierno de Israel está facilitando el avance ilegal de estos asentamientos, lo que conduce a la integración progresiva de Cisjordania al Estado israelí.
En su presentación, la funcionaria recordó que tales asentamientos violan leyes internacionales y están impulsando un patrón institucionalizado de discriminación sistemática y violencia contra el pueblo palestino. El informe, que abarca el periodo del 1 de noviembre de 2023 al 31 de octubre de 2024, también hace eco de las preocupaciones expresadas por la Comisión Ad Hoc para la Eliminación de la Discriminación Racial, que advirtió que estos actos de segregación podrían constituir una situación de apartheid.
Además, la Oficina del Alto Comisionado hizo referencia a la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia, que señala que las prácticas israelíes en los territorios ocupados son equivalentes a la anexión de grandes extensiones de estos territorios. Sheriff enfatizó que la existencia de asentamientos socava la integridad territorial necesaria para que el pueblo palestino ejerza su derecho a la autodeterminación y subraya que estas acciones violan la prohibición internacional de adquirir territorio por la fuerza.
Actualmente, se estima que hay aproximadamente 737.000 colonos israelíes en Cisjordania, siendo un tercio de ellos residentes en Jerusalén Oriental. Durante el periodo del informe, se aprobaron planes para construir más de 20.000 nuevas viviendas en asentamientos, mientras que se registraron más de 214 demoliciones de estructuras palestinas.
El informe también documenta el traslado forzado de palestinos y la escalada en la apropiación ilegal de tierras bajo la declaración de «tierras estatales» por parte de Israel, además de los desalojos forzosos que han llevado a la reubicación de al menos 4.500 palestinos. Entre los actos de violencia documentados, Sheriff subrayó que la línea entre la violencia de los colonos y la actuación del Estado israelí se ha difuminado, creando un clima de impunidad que agrava la situación.
El informe concluye con un llamado urgente a la comunidad internacional, señalando que el crecimiento continuado de los asentamientos israelíes no solo es un acto ilícito por parte de Israel, sino que también refleja un significativo fracaso en la respuesta de la comunidad internacional a estas violaciones persistentes de derechos humanos. Se insta a Israel a cesar inmediatamente las actividades de asentamiento y a poner fin a la violencia y la discriminación contra el pueblo palestino, en un intento por restablecer la justicia y la paz en la región.
Fuente: ONU últimas noticias
