Un aumento del nivel de glucosa empeora el pronóstico en pacientes con Ictus Isquémico, según estudio del Hospital del Mar

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Un reciente estudio del Hospital del Mar ha revelado que un aumento en los niveles de glucosa en sangre puede agravar significativamente el pronóstico en pacientes que han sufrido un ictus isquémico. Publicado en la revista Cardiovascular Diabetology, el estudio muestra que un incremento del 10% en los niveles de azúcar en sangre en el momento del ingreso se asocia con un 7% más de riesgo de mal pronóstico y un 10% más de riesgo de mortalidad a los tres meses del ictus.

El estudio, dirigido por los Servicios de Endocrinología y Nutrición y de Neurología del Hospital del Mar, ha revisado datos de casi 3.000 pacientes tratados por ictus isquémico. Los investigadores, en colaboración con el Instituto de Investigación del Hospital del Mar, la red RICORS-ICTUS y el CIBER de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM), han analizado cómo los niveles elevados de glucosa influyen en el pronóstico de estos pacientes.

Glucosa Alta y Peor Pronóstico

El incremento en los niveles de glucosa en sangre, medido en comparación con los niveles habituales del paciente, se ha confirmado como un factor independiente de peor pronóstico funcional y mayor mortalidad. Los resultados indican que un aumento del 13% en los niveles de glucosa ya puede afectar negativamente el pronóstico, independientemente de los valores absolutos de glucosa. Este hallazgo es particularmente relevante para los pacientes que ya padecen diabetes, que constituyen el 35% de la muestra estudiada.

La Dra. Elisenda Climent, médica adjunta del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital del Mar y coautora del estudio, explica que «esta variable refleja mejor el efecto del azúcar en el momento del ingreso del paciente, y en el grupo de pacientes con unos índices más altos, hay un peor pronóstico y mortalidad». Cada incremento del 10% en los niveles de glucosa se relaciona con un aumento del 7% en el riesgo de un pronóstico desfavorable y un 10% en el riesgo de muerte a los tres meses.

Perspectivas Futuras en el Tratamiento

El estudio también señala la necesidad de futuros estudios para determinar si la intervención sobre los niveles de glucosa puede mejorar el pronóstico de los pacientes con ictus isquémico. Actualmente, el tratamiento se basa en estrategias conservadoras debido al riesgo asociado con un descenso excesivo de los niveles de azúcar.

La Dra. Ana Rodríguez, jefa de sección de ictus del Servicio de Neurología del Hospital del Mar, añade: «La estrategia de control estricto no ha demostrado ser superior debido a los riesgos de las bajadas de azúcar. Nuestro estudio podría ayudar a seleccionar a los pacientes que podrían beneficiarse de una monitorización más intensiva».

El Dr. Juan José Chillarón, jefe de sección del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital del Mar, destaca que «es crucial determinar si el aumento de la glucosa es un marcador de gravedad o un factor que se puede tratar para mejorar el pronóstico». La investigación continuará para explorar la posibilidad de utilizar una terapia con insulina más intensiva como una opción para mejorar el manejo de los pacientes con niveles elevados de glucosa.

El estudio subraya la importancia de un control adecuado de los niveles de glucosa en pacientes con ictus isquémico y abre la puerta a nuevas estrategias para optimizar su tratamiento y pronóstico.