La guerra en Sudán, que comenzó en 2023, se ha intensificado recientemente con una ofensiva de las Fuerzas Armadas de Sudán (FAS) para recuperar el control de áreas estratégicas dominadas por las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF). La situación se ha vuelto aún más grave tras informes alarmantes de la ejecución sumaria de decenas de jóvenes, particularmente en el barrio de Halfaya, en Jartum-Norte.
Radhouane Nouicer, experto designado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para monitorear la situación en Sudán, ha denunciado que en los últimos días se han registrado hasta 70 muertes a causa de estas ejecuciones, las cuales, según informes, han sido llevadas a cabo por las FAS y la milicia aliada Brigada Al-Baraa Bin Malik. Nouicer destacó que la difusión de videos en los que se muestran los cuerpos de jóvenes supuestamente asesinados por ser sospechosos de colaborar con las RSF, representa una violación de los derechos humanos y de las normas de la guerra.
El experto hizo hincapié en que, aunque se produzcan conflictos armados, existen reglas que deben ser respetadas, instando a las partes involucradas a que protejan a los civiles de la violencia y las ejecuciones arbitrarias. También exigió una investigación independiente en relación con estos asesinatos y que los responsables sean juzgados conforme a los estándares internacionales.
La guerra ha desplazado a más de once millones de personas, siendo aproximadamente 2,9 millones las que han buscado refugio en países vecinos. Este conflicto, junto a las perturbaciones climáticas y desastres naturales, ha llevado a una profunda crisis de hambre en el país.
Desde el 25 de septiembre, los ataques aéreos y de artillería de las FAS han comenzado a afectar seriamente a las posiciones de la RSF en áreas clave, incluyendo accesos fundamentales a la capital, Jartum. Estos ataques han resultado en un número considerable de víctimas civiles y en daños severos a la infraestructura vital.
Nouicer advirtió que esta escalada de violencia en la metrópoli de Jartum podría tener consecuencias devastadoras para la población atrapada en medio del conflicto, aumentando el riesgo de violaciones de derechos humanos y provocando daños irreparables a la ya frágil situación humanitaria en el país.
Fuente: ONU últimas noticias
