El alto representante para Bosnia y Herzegovina, Christian Schmidt, alertó este martes durante su intervención en el Consejo de Seguridad de la ONU que las condiciones para implementar los aspectos civiles del Acuerdo de Paz han empeorado significativamente en comparación con años anteriores. Durante el primer trimestre de este año, el país ha experimentado un «aumento significativo de las tensiones», lo que ha llevado a una crisis «extraordinaria» desde la firma del Acuerdo de Dayton en 1995.
Schmidt atribuyó este deterioro a las reacciones suscitadas por el veredicto del Tribunal de Bosnia y Herzegovina que condenó al presidente de la Entidad de la República Srpska, Milorad Dodik. Tras el fallo, Dodik intensificó sus ataques contra el orden constitucional, instando a las autoridades de la República Srpska a aprobar legislación que, en la práctica, obstaculiza el poder judicial y la aplicación de la ley a nivel estatal. Esta situación ha incluido la propuesta de una nueva constitución para la Entidad, lo que insinúa una secesión de facto.
El alto representante destacó que esta legislación contraviene el Acuerdo de Paz y justifica la anulación de dichas leyes por parte del Tribunal Constitucional. Además, advirtió que estas acciones amenazan la integridad territorial y social del país, generando inseguridad jurídica y ejecutiva.
Sin embargo, subrayó que la respuesta más significativa provino del pueblo de Bosnia y Herzegovina, donde la comunidad serbia no ha seguido las instrucciones ilegales de Dodik y la comunidad bosnia ha mantenido la calma y el diálogo enfocado en la integración europea. La comunidad croata también se ha comprometido a avanzar en el camino proeuropeo, mostrando disposición para el diálogo interétnico.
En su discurso, Schmidt también abordó la situación económica, que parece estable, a diferencia de la demográfica. La fuerte pérdida de población joven y cualificada representa un reto importante para la sostenibilidad económica y social del país. Para entender mejor estos desafíos, enfatizó la necesidad de un nuevo censo, a pesar de que el debate en torno a este tema está altamente politizado.
Asimismo, el alto representante hizo hincapié en que, en su mayor parte, las comunidades no apoyan ni el extremismo ni el secesionismo, aunque la política etnocéntrica sigue centrada en dividir en lugar de unir. La discriminación, un problema complejo, requiere reformas constitucionales y legales integrales, especialmente en el contexto de la integración europea, para fortalecer la estabilidad institucional y la funcionalidad del Estado.
Finalmente, instó a la comunidad internacional a seguir brindando apoyo y asistencia para ayudar a Bosnia y Herzegovina a construir su futuro.
Fuente: ONU últimas noticias