El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunió este domingo en su sede de Nueva York para discutir el grave deterioro de la situación de seguridad en la ciudad de Goma y sus alrededores, en la República Democrática del Congo (RDC). El conflicto entre los rebeldes del M23 y el Ejército congolés ha alcanzado niveles alarmantes en el este del país, desplazando a millones de personas y desestabilizando la región, lo que ha desencadenado llamados urgentes a la acción.
Bintou Keita, representante especial del Secretario General de la ONU en la RDC, expuso ante los miembros del Consejo los alarmantes acontecimientos que se desarrollan en la región. La situación es crítica, con el avance del M23 en las ciudades orientales, provocando una creciente cantidad de muertos y heridos entre la población civil y las fuerzas de mantenimiento de la paz. «Hoy, a pesar del apoyo constante de la MONUSCO al Ejército congoleño, el M23 y las fuerzas ruandesas han penetrado en la zona de Munigi, en las afueras de Goma, generando un pánico generalizado y una masiva huida de la población», afirmó Keita.
La inestabilidad en la región ha cerrado carreteras y ha dejado inutilizable el aeropuerto, que ya no puede ser utilizado para operaciones de rescate o ayuda humanitaria. El M23, según reportes, ha declarado «cerrado» el aeropuerto de Goma, alegando de manera infundada que las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC) han llevado a cabo ataques aéreos contra civiles desde allí.
Joyce Msuya, Jefa Adjunta de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), también compareció ante el Consejo para informar sobre la situación humanitaria crítica. Más de 21 millones de personas requieren asistencia en todo el país, y en las regiones de Kivu del Norte y Kivu del Sur, cientos de civiles han muerto y miles han sido desplazados. Los hospitales de Goma enfrentan una creciente presión, lo que complica el acceso a ayuda humanitaria crucial.
Msuya hizo un llamado a todas las partes involucradas en el conflicto para que eviten el uso de bombas y armas pesadas en áreas pobladas y respeten las leyes que protegen a los civiles. «Es fundamental que todas las partes tomen precauciones para salvaguardar la vida de los ciudadanos y sus bienes”, subrayó, instando al Consejo de Seguridad a utilizar su influencia para asegurar que se respete el derecho internacional en la región.
Además, destacó la necesidad de fondos adicionales para apoyar los esfuerzos humanitarios, dado que hasta el momento se han destinado 17 millones de dólares a programas vitales, aunque se reconoce que esa cifra es insuficiente. Msuya concluyó enfatizando que «la magnitud del sufrimiento en la RDC requiere atención urgente» y advirtiendo que «las vidas de mujeres y niños no pueden seguir siendo ignoradas».
Fuente: ONU últimas noticias