En el primer minuto de juego el Atlético de Madrid se podía haber encontrado con un gol en contra, entre otras cosas porque Ujfalusi falló y dejó el balón franco para su rival, parece que sus compañeros querían apoyarle y no tuvieron otra forma de hacerlo que fallando también, porque en las badas, Perea y Antonio López eran unos auténticos amigos para los extremos rivales, de hecho una falta tonta de este último llegó el gol de falta de Pander, que se la colocó donde Leo Franco no podía llegar.
Con el gol en contra pareció que el Atlético de Madrid quería espabilar un poco, sobretodo con el impetud de Sinama Pongolle, que lo intentaba una y otra vez pero sin suerte a la hora del remate a puerta, mientras que Forlán buscaba un balón más abajo de lo normal, y gran parte de culpa era la mania que tiene Simao y Maxi buscando el centro en vez de abrir el campo, mientras tanto el Schalke cada vez que tenía un balón parado daba mucho miedo.
Con el paso del tiempo el equipo español se comenzó a soltar y a crear las primeras oportunidades de gol, pero llegó la expulsión tonta de Antonio López, que tenía que haber sido cambiado antes por Pernía, pero Aguirre estuvo lento en realizar esa acción, aunque por suerte para el Atlético, el conjunto alemán se conformaba con ese resultado.