Mientras la guerra en Ucrania continúa, millones de personas enfrentan la próxima temporada invernal sin acceso a calefacción fiable y con recursos limitados para cubrir el aumento de los costos de servicios públicos. En este contexto, la ONU, junto a sus socios humanitarios, lanzó un llamamiento por un total de 277 millones de dólares destinado a ayudar a las personas más vulnerables del país durante el invierno.
Ucrania se prepara para otro invierno difícil debido a la escalada de las hostilidades y los constantes ataques a infraestructuras críticas. La estación fría presenta mayores riesgos, sobre todo para aquellos que viven cerca de la línea del frente y para los desplazados que residen en refugios temporales. Con el objetivo de brindar asistencia humanitaria a más de 1,7 millones de personas entre octubre y marzo, se ha establecido el Plan de Respuesta Invernal, que promueve la movilización de recursos y coordina esfuerzos con las autoridades gubernamentales.
Este plan busca atender a los grupos más vulnerables, incluyendo personas mayores, personas con discapacidad y niños. Según Mathias Schmale, coordinador humanitario de la ONU para Ucrania, “a medida que bajan las temperaturas, millones de personas lucharán por mantenerse calientes, especialmente en las comunidades cercanas a la línea del frente y entre los desplazados vulnerables”.
Las organizaciones involucradas en el plan tienen la responsabilidad de aislar y reparar viviendas dañadas, y proporcionar calentadores, combustible, mantas y ropa de abrigo. También se prepararán refugios para el frío extremo y se entregará asistencia económica para calefacción y servicios públicos, además de coordinar todos los servicios necesarios en las áreas de alto riesgo.
La llegada del invierno representa una tensión adicional para quienes ya han soportado años de guerra. Las zonas más afectadas por el frío invernal se encuentran principalmente en el norte y este del país, a lo largo de la línea del frente. Los habitantes de estas áreas se ven expuestos a condiciones invernales severas, empeoradas por la fragilidad de las infraestructuras, que han sufrido daños significativos debido al conflicto y a los ataques aéreos en curso.
Particularmente vulnerables son las personas desplazadas que viven en refugios temporales; un seguimiento reciente indica que casi el 60% de estos espacios aún carecen de las instalaciones necesarias para enfrentar el invierno.
Fuente: ONU últimas noticias
