América Latina: Fortalecimiento de la Regulación para el Cuidado de Familias

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América Latina debe fortalecer la regulación de quienes prestan cuidado a familiares

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) han instado a los países de la región a adoptar normativas que amplíen los tiempos destinados al cuidado, una responsabilidad que recae mayoritariamente en las mujeres. En un informe reciente publicado en el marco del Día Internacional de las Mujeres, se enfatiza la necesidad de implementar licencias, regulaciones e instrumentos que fomenten la corresponsabilidad social y de género en el ámbito laboral. Estas iniciativas no solo garantizan los derechos de quienes brindan y reciben cuidados, sino que también promueven el dinamismo económico y contribuyen a alcanzar la igualdad en la sociedad.

A nivel global, los sistemas de cuidado son insostenibles y perpetúan desigualdades, advierte un informe de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU. Este documento subraya que la falta de un enfoque integral en la asistencia y cuidado propicia la negación de derechos fundamentales, afectando tanto a quienes requieren apoyo como a quienes lo proporcionan. La situación imperante tiende a traducirse en condiciones laborales desfavorables, especialmente para las mujeres, quienes dedican en promedio 2.5 horas más al trabajo no remunerado de cuidados en comparación con los hombres. Como resultado, su participación en el mercado laboral se ve limitada, situación que se traduce en menores ingresos y ahorros.

En América Latina y el Caribe, la situación de las licencias de maternidad es variada. Solo unos pocos países, como Colombia, Cuba, Chile, Paraguay y Venezuela, ofrecen 18 semanas o más de licencia remunerada, mientras que otros 18 países otorgan menos de 14 semanas. La escasa cobertura de estos derechos se relaciona con la baja participación de las mujeres en el mercado laboral y las altas tasas de informalidad, con solo el 50% de las mujeres activas laboralmente en comparación con el 75% de los hombres.

La licencia de paternidad, por su parte, aún presenta numerosos desafíos. La mayoría de los países solo otorgan entre 10 y 15 días de licencia remunerada, con la situación más crítica en el Caribe, donde solo Suriname ofrece este derecho. Un análisis de la OIT destaca que la falta de licencias adecuadas refuerza desigualdades en la división de responsabilidades de cuidado entre géneros.

Cuba se destaca como el primer país de la región en implementar una licencia parental, aunque de forma no remunerada. Este tipo de licencia permite a los progenitores cuidar a sus hijos tras el período de licencia de maternidad o paternidad. No obstante, solo unos pocos países reconocen este derecho de forma remunerada, lo que resalta la necesidad urgente de revisar las normativas laborales existentes.

La creciente demanda de trabajo de cuidados, impulsada por factores como el envejecimiento poblacional y el cambio climático, requiere de políticas audaces para transformar el actual modelo y abordar sus deficiencias. Se estima que la inversión en este sector podría generar alrededor de 32 millones de empleos hacia 2035, contribuyendo así a la reducción de la brecha de género en el mercado laboral.

Las recomendaciones de la OIT y la CEPAL incluyen la alineación de las normativas de licencias de maternidad con estándares internacionales y la garantía de acceso a estos derechos para todas las mujeres trabajadoras, así como la ampliación de la licencia de paternidad. Ana Virginia Moreira, directora regional de la OIT, subrayó que es crucial reconocer el valor del trabajo de cuidados y avanzar hacia un sistema que sea accesible, equitativo y sostenible.
Fuente: ONU últimas noticias