Afganistán: El Alza de Precios del Opio Ante la Prohibición

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Afganistán: La prohibición dispara los precios del opio

Los precios del opio en Afganistán han experimentado un notable aumento, multiplicándose por diez desde que las autoridades talibanes instituyeron una prohibición de las drogas en 2022, tras su regreso al poder en Kabul. Según datos de la ONU, el costo de un kilogramo de opio se elevó a 750 dólares en 2023, comparado con los 75 dólares que se registraban hace solo tres años. Este incremento en los precios parece compensar la disminución de la producción y de los campos de adormidera a nivel global, tal como indicó la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).

La UNODC también observó que las incautaciones de heroína y opio han disminuido en aproximadamente un 50% desde 2021. Este descenso en la producción tras la implementación de la prohibición ha llevado a una reducción en el tráfico de opiáceos. Es importante señalar que el opio es el componente activo principal en la producción de heroína, una droga sintética extremadamente potente. Afganistán, Colombia y Myanmar son considerados las tres principales fuentes mundiales del opio ilegal.

A pesar de la caída en la producción, los beneficios derivados del alto precio del opio siguen siendo significativos, y estos ingresos se concentran principalmente en los comerciantes y exportadores vinculados a grupos de delincuencia organizada. La UNODC estima que las reservas de opiáceos en Afganistán al final de 2022 eran de aproximadamente 13.200 toneladas, suficientes para satisfacer la demanda del país hasta 2027. Esta situación implica que el tráfico de drogas continúa siendo un comercio ilícito altamente rentable, lo que perpetúa la desestabilización no solo de Afganistán, sino también de la región circundante.

Ghada Waly, directora ejecutiva de la UNODC, ha señalado que la interacción entre los altos precios y las considerables reservas de opiáceos sugiere la necesidad de implementar una estrategia coordinada para combatir el tráfico de drogas, enfocándose tanto en desmantelar las redes de narcotraficantes como en invertir en medios de vida sostenibles para los agricultores. Esto puede ayudar a proporcionar una estabilidad a largo plazo para la población afgana.

La agencia también erige un retrato sombrío de los agricultores que anteriormente cultivaban opio. Con el 60% de las reservas en manos de comerciantes y solo un 30% en poder de campesinos que poseen reservas pequeñas o modestas, muchos de estos agricultores están enfrentando serias dificultades económicas. Las alternativas económicas sostenibles son urgentes para evitar que regresen al cultivo de adormidera, especialmente dado el aumento actual de los precios.

Por último, la UNODC ha advertido que la escasez continua de opio puede llevar a la búsqueda de drogas alternativas que podrían resultar incluso más peligrosas que la heroína, tales como el fentanilo y otros opioides sintéticos, lo que complicaría aún más la problemática de las drogas en la región.
Fuente: ONU últimas noticias