Al menos diez personas han perdido la vida en Gaza en las últimas 24 horas a causa de un temporal que ha traído fuertes lluvias y temperaturas extremadamente bajas a la región. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre los fallecidos se encuentran tres niños, que han sucumbido a las condiciones severas. Este viernes se reportaron las muertes de Taim Jawaja, un bebé de tan solo 10 días en el campamento de refugiados de Shati, y Hadil Abdullah Hamdan, de 9 años, en la ciudad de Gaza. La jornada anterior, una bebé de ocho meses también falleció por hipotermia en el Hospital Nasser de Jan Yunis, en el sur de la Franja.
Las intensas lluvias han provocado el colapso de edificios y muros, siendo esta la principal causa de las muertes contabilizadas. Las familias más vulnerables, que viven en tiendas improvisadas, han visto cómo sus refugios se hacen insuficientes frente a las inclemencias del tiempo. Iman Abu Jabal, una madre de familia, relató la difícil situación que enfrenta su hogar, donde el agua ha empapado todo lo que encuentran. “No sé dónde encontraré un sitio para que mis niños duerman”, declaró angustiada.
En medio de este desastre, más de 1,500 palestinos se han visto obligados a dejar sus hogares en Jan Yunis para buscar refugio en la ciudad de Gaza. La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha advertido que la situación es crítica. Sin embargo, la ayuda humanitaria sigue restringida, ya que Israel mantiene limitaciones en la entrada de asistencia a la Franja, impidiendo que UNRWA, la principal organización dedicada a esta labor, reciba el apoyo necesario.
Por otro lado, en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, se ha aprobado una resolución que respalda la decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), la cual instó a Israel a permitir que UNRWA realice su trabajo sin restricciones. Esta resolución, que obtuvo 139 votos a favor, 12 en contra y 19 abstenciones, reafirma la importancia de la agencia como el principal actor humanitario en el territorio palestino ocupado.
En otras partes del mundo, el Programa Mundial de Alimentos ha conseguido un «acuerdo preliminar» para acceder a El Fasher, en Sudán, tras un prolongado asedio. Ross Smith, director de emergencias del programa, anunció que están listos para mover rápidamente la asistencia alimentaria, aunque el acceso seguro sigue siendo complicado debido a la presencia de minas.
Además, el Consejo de Seguridad de la ONU se encuentra analizando la situación tras una nueva ofensiva del M23 en la República Democrática del Congo, a menos de una semana de la firma de un acuerdo de paz entre la RDC y Rwanda. Esta escalada de violencia amenaza con desestabilizar aún más la región, en un contexto donde millones de personas siguen desplazadas y enfrentan grave inseguridad alimentaria. Las llamadas por un verdadero alivio humanitario y la protección de los civiles en conflictos continúan resonando con urgencia.
Fuente: ONU últimas noticias





