El trabajo de la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) continuará a pesar de la inminente entrada en vigor de una nueva legislación israelí que limita su capacidad operativa. Este anuncio fue realizado por Philippe Lazzarini, jefe de UNRWA, quien enfatizó que la agencia seguirá proporcionando asistencia en Gaza hasta que ya no sea posible hacerlo.
El 30 de enero se implementará la ley del Parlamento israelí que restringirá la operación de UNRWA en su territorio y que también afectará la coordinación de sus actividades con el gobierno israelí. Lazzarini calificó dicha ley como una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General de la ONU. «La aplicación de la legislación es una burla del derecho internacional e impone enormes restricciones a las operaciones de UNRWA», afirmó, resaltando que la situación se ha vuelto particularmente peligrosa para sus colegas palestinos debido a un entorno hostil, alimentado por una campaña de desinformación.
UNRWA, que representa una de las principales fuentes de ayuda humanitaria en Gaza, proporciona asistencia médica a millones de personas y educación a cientos de miles de niños, una capacidad que supera con creces la de cualquier otra entidad en la región. Sin embargo, la transferencia de esa responsabilidad a instituciones palestinas requiere una «transición política» que conduzca hacia la solución de dos Estados.
En otro contexto, la situación en Gaza se agrava a medida que los residentes comienzan a regresar a sus hogares tras el conflicto reciente. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha advertido que la recuperación del sector agrícola llevará décadas y que se necesita ayuda urgente. Según testimonios de algunas familias que han regresado a sus hogares, la devastación en la infraestructura agrícola es alarmante, con más del 70% de los cultivos de importancia dañados o destruidos, y el 96% del ganado perdido.
Mientras la población de Gaza enfrenta la tarea monumental de reconstruir sus vidas, los residentes de Goma, en la República Democrática del Congo, se encuentran sumidos en el caos. Los intensos combates en la ciudad han devastado la vida cotidiana, dejando a los civiles sin acceso a alimentos ni agua, y complicando seriamente la situación humanitaria. El personal de la ONU ha informado de disparos constantes y saqueos en la zona, lo que ha llevado a un colapso en los servicios de salud y un grave deterioro de las condiciones de vida de la población. La comunidad internacional sigue observando con preocupación estos eventos y la urgencia de asistencia se hace cada vez más apremiante.
Fuente: ONU últimas noticias
