La solución de dos Estados se presenta como un objetivo cada vez más distante, y ante esta difícil realidad, es fundamental intensificar los esfuerzos para alcanzarla. Así lo afirmó el Secretario General de la ONU, António Guterres, durante su participación en la Conferencia de Alto Nivel para la implementación de esta solución, evento organizado por Francia y Arabia Saudita en la sede de la organización en Nueva York.
Guterres resaltó que el conflicto israelí-palestino sigue causando pérdidas humanas, destruyendo oportunidades y desestabilizando no solo la región, sino el mundo entero. Sin embargo, enfatizó que la solución a esta situación es posible si existe voluntad política y un liderazgo valiente. «El conflicto no es inevitable. Tiene solución», afirmó, subrayando que estamos en un «punto crítico».
Con respecto a la situación en Gaza, el Secretario General condenó los ataques de Hamas a Israel, pero dejó claro que ninguna acción puede justificar la devastación de Gaza, ni la hambruna que afecta a su población. Lamentó que más de 59.000 palestinos, entre ellos 18.000 niños, hayan perdido la vida desde el 7 de octubre de 2023, y destacó la desesperante situación humanitaria provocada por el bloqueo de ayuda.
Referente a la fragmentación de los territorios palestinos, Guterres advirtió sobre la ilegalidad de la anexión de Cisjordania, impulsada por la Knéset, y aseveró que esta situación debe terminar. El Secretario General calificó la conferencia como una «oportunidad excepcional e indispensable» para revitalizar la solución que ponga fin al proceso de desmantelamiento de las bases de paz en la región.
Guterres reiteró que la solución de dos Estados es el único camino viable para alcanzar una paz justa y duradera entre israelíes y palestinos. Subrayó que tanto Israel como Palestina, así como otros países involucrados, necesitarán tomar decisiones difíciles que demandarán un liderazgo audaz y firme. En este sentido, la comunidad internacional debe alentar y apoyar estos esfuerzos.
La solución de dos Estados propone la coexistencia pacífica y segura de Israel y Palestina dentro de las fronteras reconocidas en 1967, estableciendo a Jerusalén como la capital de ambos. Este planteamiento, respaldado por el derecho internacional y la Asamblea General de la ONU, aboga por la creación de dos Estados independientes, democráticos y soberanos que sean reconocidos y plenamente integrados a la comunidad internacional.
Fuente: ONU últimas noticias