La pérdida de peso es una de las acciones más habituales cuando se busca mejorar nuestro bienestar, más aún cuando el verano está a la vuelta de la esquina. Pero para conseguir esa pérdida tan buscada, es necesario llevar a cabo un enfoque integral, basado en hábitos saludables, así como la realización de una dieta equilibrada, la práctica de ejercicio físico o realizar un buen descanso.
A la hora de llevar a cabo un plan de pérdida de peso, optar por una forma abrupta puede traer consigo algunos efectos no deseados, como alteraciones hormonales, cambios en la piel o un debilitamiento de nuestras defensas. Expertos de Solgar explican algunos de los efectos o deseados más comunes cuando se pierde peso de forma rápida.
1. Envejecimiento de facciones
La rápida pérdida de peso puede debilitar nuestra piel, destruyendo la red de colágeno y fibras elásticas, así como provocar la pérdida de volumen facial, descolgamiento de la piel, sequedad y aparición de arrugas.
2. Trastorno gastrointestinal
Los cambios en el tipo de alimentación pueden ocasionar alteraciones digestivas y cambio del ritmo intestinal. Por eso, cuando llevamos una dieta de déficit es importante incorporar alimentos fermentados como yogur o queso que ayuden a reponer nuestra flora intestinal.
3. Deficiencias nutricionales
La reducción en la ingesta de alimentos puede provocar deficiencias nutricionales o acentuar las ya existentes, como pueden ser la falta de vitamina D o hierro, así como una ingesta desequilibrada de ácidos grasos omega-3. Es vital prestar atención al tipo de dieta que vamos a seguir para lograr nuestra pérdida de peso y hacerla de forma responsable y consciente.
4. Caída del cabello
La salud del cabello también se puede ver afectada por la pérdida de peso y la posible deficiencia nutricional asociada. En la mayoría de los casos, la caída del cabello asociada con la pérdida de peso es temporal y se resuelve una vez que el cuerpo se adapta a los cambios y se restablece una dieta equilibrada y una nutrición adecuada.
5. Debilitación del sistema inmune
La reducción de la ingesta dietética disminuye la disponibilidad de los antioxidantes endógenos, pudiendo alterar el funcionamiento del sistema inmune, disminuyendo así su capacidad para proteger el organismo.
Los complementos alimenticios pueden ser útiles para apoyar una dieta saludable y un peso sano, ya que pueden proporcionar nutrientes adicionales y ayudar a mantener nuestro bienestar.
