Al menos 8,938 personas perdieron la vida en las rutas migratorias de todo el mundo durante el año 2024, estableciendo un nuevo récord de mortalidad en este contexto, según los últimos datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Esta cifra representa un incremento en comparación con el año anterior, que ya había sido trágico con 8,747 muertes registradas.
Ugochi Daniels, director general adjunto de Operaciones de la OIM, expresó su preocupación, señalando que “la tragedia del creciente número de muertes de migrantes en todo el mundo es inaceptable y prevenible”. En su declaración, enfatizó que tras cada cifra hay un ser humano cuya pérdida es devastadora, lo que subraya la necesidad urgente de una respuesta internacional integral que ayude a evitar estas pérdidas.
El análisis regional del año también revela que 2024 se convirtió en el año más mortífero en Asia, con 2,778 muertes; en África, con 2,242; y en Europa, donde se registraron 233 muertes. La situación en el mar Mediterráneo, aunque con 2,452 muertes este año, muestra la continua necesidad de establecer sistemas de búsqueda y rescate adecuados y alternativas seguras para la migración.
En las Américas, aunque los datos son preliminares, al menos 1,233 muertes han sido contabilizadas, de las cuales 341 ocurrieron en el Caribe y 174 migrantes perdieron la vida cruzando la peligrosa selva del Darién. Estas cifras evidencian la creciente violencia en las rutas migratorias, donde desde 2022, aproximadamente el 10% de las muertes de migrantes reportadas se deben a actos violentos.
Uno de los aspectos más preocupantes de esta situación es que la cifra real de muertes y desaparecidos podría ser significativamente mayor, dado que muchas tragedias no son documentadas oficialmente. La falta de identificación de las víctimas también plantea un problema serio, dejando a muchas familias sin respuestas sobre el paradero de sus seres queridos.
Julia Black, coordinadora del Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM, enfatizó la gravedad de esta situación, señalando que la escasez de datos dificulta las acciones que podrían salvar vidas, añadiendo que «la falta de datos más completos sobre los riesgos a los que se enfrentan los migrantes dificulta las respuestas que salvan vidas».
Con este contexto, la OIM anticipa que su próximo informe anual ofrecerá un análisis exhaustivo de las muertes de migrantes en 2024 y abordará el aumento de los casos de desaparecidos en las crisis humanitarias. La organización reitera la urgente necesidad de establecer rutas migratorias seguras y legales, resaltando que esta es la única solución sostenible para mitigar la crisis de muertes en la migración.
Fuente: ONU últimas noticias