Una casa habla incluso cuando no se dice nada. Se convierte en un reflejo del estado de ánimo, las aspiraciones y los hábitos de sus habitantes. Este espacio encierra una narrativa propia que revela cómo se vive, qué se prioriza y qué se decide mostrar. A menudo, puede contar más sobre la infancia y el presente que cualquier red social. Cuando se invita a alguien a casa, especialmente si es una persona perceptiva, se está ofreciendo una visión sin filtros de la propia identidad.
DmasC Arquitectos, un estudio de arquitectura con sede en Madrid, ha recopilado 15 datos reveladores sobre lo que la forma y el estado de las casas pueden comunicar sobre quienes las habitan. Entre estas observaciones, destacan puntos como el estilo de la vivienda, que puede funcionar como un escudo o una máscara. Algunos hogares aspiran a parecer modernos o bohemios, mientras que otros simplemente reflejan limitaciones o decisiones pasadas. La estética elegida puede delatar tanto una búsqueda de identidad como una forma de ocultar inseguridades.
Además, el estado de los acabados y la decoración, como el gotelé, refleja las historias arrastradas del pasado. Aunque en la actualidad este estilo genera rechazo, muchas casas lo conservan como un vestigio de épocas pasadas. El salón, por su parte, se convierte en un escenario social en el que se exhiben los objetos “correctos”, mientras que las áreas más vividas y auténticas de la casa, como la cocina o el baño, a menudo quedan en la penumbra de la narrativa estética.
La ausencia de libros o la manera en que entra la luz también puede develar aspectos significativos de los habitantes. Las cocinas, que deberían ser el corazón del hogar, pueden convertirse en una mera escenografía y las distribuciones heredadas reflejan las tensiones entre las vidas actuales y las de épocas pasadas. Desde el minimalismo forzado hasta el caos revelador del desorden, cada rincón puede hablar sobre el estado emocional de quienes habitan el espacio.
DmasC Arquitectos señala que, a menudo, las casas que carecen de personalidad son aquellas que no han sido habitadas de verdad, en contraposición a aquellas que respiran historia a través de objetos personales. La relación entre una casa y sus propietarios puede ser una experiencia dinámica y transformadora, donde cada reforma no solo se entiende como un cambio físico, sino como un acto de identidad que narra lo que se desea conservar, borrar o mostrar.
El estudio, que busca mejorar la calidad de vida de las personas a través de soluciones innovadoras, se compromete a trabajar de manera cercana con sus clientes, asegurando que cada proyecto refleje la vida y las aspiraciones de quienes lo habitan. DmasC Arquitectos sostiene que cada cliente expresa su historia a través de su hogar, una narrativa que cada reforma puede reafirmar o reescribir.