No hace ni un mes que VW ha adquirido casi la mitad de Porsche, y ya empiezan las malas noticias. Los directivos de Volkswagen han decidido que Porsche vuelva a lo que era anteriormente, una marca que se dedicaba exclusivamente a los coupés deportivos. Y una de las consecuencias de esta decisión es la desaparición del Porsche Panamera y del Porsche Cayenne. Este último ha sido el modelo que ha ‘salvado’ a Porsche gracias a su gran nivel de ventas, pero a su vez ha restado exclusividad a la marca. Por cada 911 que se ve por la calle, son dos o tres Cayennes los que se ven. Y eso, aparte de reducir la exclusividad, también crea rivalidades entre el grupo VAG. Y aquí ya entra el Panamera.
Volkswagen retirará el Panamera cuando toque la segunda generación. Y con el Cayenne, lo mismo. Actualmente se está trabajando en la segunda y última generación del SUV; en el momento que toque sustituirla, se acabó el Cayenne. El por qué es sencillo. Volkswagen considera que dentro del grupo VAG hay muchos SUV y berlinas de gama alta (Touareg y Q7, Phaeton y A8), y mantener el Cayenne y el Panamera en el mercado supondría que las ventas de Audi y Volkswagen bajarían. VAG ya ha seguido al pie de la letra aquel dicho: «Si no puedes con tu enemigo, únete a él». Aunque debería continuar: «… y entonces podrás con él». Pero aquí no acaba todo.
Para que Porsche sea la marca de coupés deportivos del grupo VAG, Volkswagen tiene en mente desarrollar en un futuro muy cercano un modelo inferior al Boxster con un motor de cuatro cilindros en línea. Y para finalizar, la marca dueña del 49% de Porsche podría crear también un GT con la plataforma del Panamera.
En conclusión; para los amantes de Porsche que consideran que debería únicamente fabricar coupés, es un sueño cumplido. Porque eliminar el Cayenne significa eliminar los motores diésel de Porsche.
Vía: Carscoop