Un nuevo estudio revela que la transición de la niñez a la adolescencia plantea riesgos significativos en términos de privacidad para los jóvenes a medida que cumplen 13 años. A esta edad, los niños dejan de estar protegidos por la Ley de Protección de la Privacidad Infantil en Línea (COPPA), lo que permite a los sitios web y a las aplicaciones recopilar y utilizar sus datos sin las estrictas restricciones que existían anteriormente.
La COPPA fue implementada para salvaguardar la información personal de los menores de 13 años, pero una vez que los jóvenes alcanzan esta edad, se convierten en objetivos vulnerables para los corredores de datos. Estos intermediarios aprovechan la información disponible en las plataformas de redes sociales, el historial de compras y los servicios de localización, entre otros, con el fin de crear perfiles detallados de los usuarios.
Los expertos advierten que la falta de protección para los adolescentes puede tener graves consecuencias, desde la exposición a publicidad personalizada, hasta el riesgo de ser objeto de manipulaciones en línea. Así, los datos que una vez fueron restringidos se convierten en un recurso valioso para empresas que buscan aprovechar la creciente presencia de los jóvenes en el entorno digital.
Este cambio en la regulación ha despertado preocupaciones entre los defensores de la privacidad, quienes instan a la necesidad de revisar y actualizar las leyes actuales para que se adapten a la realidad de un mundo digital en constante evolución y proteger mejor a esta población vulnerable. A medida que los adolescentes continúan utilizando plataformas en línea, es crucial establecer medidas que salvaguarden su información personal y brinden un ambiente seguro para su desarrollo.
Fuente: EFF.org
