Una empresa de reformas de Vigo ha sido condenada ante los tribunales tras una disputa con una clienta que no abonó el total de los servicios contratados. La mujer había solicitado la remodelación de su cocina, pero tras la finalización de los trabajos, se percató de que la calidad y la ejecución no cumplían con los estándares acordados, lo que la llevó a negarse a pagar.
El conflicto comenzó cuando la clienta, insatisfecha con el resultado final, decidió no abonar el último pago estipulado en el contrato. En respuesta, la empresa de reformas interpuso una demanda por impago, solicitando el cumplimiento del acuerdo firmado. Sin embargo, durante el proceso judicial, la Justicia consideró que la empresa había incurrido en defectos de obra.
Testigos y peritos designados por el tribunal corroboraron que la cocina presentaba múltiples fallos, incluyendo instalaciones eléctricas defectuosas y acabados de baja calidad. Ante estas evidencias, el juez falló a favor de la clienta, ordenando a la empresa no solo la anulación de la deuda reclamada, sino también el pago de los costos derivados del proceso judicial.
La sentencia ha levantado un debate sobre la importancia de la calidad en el sector de las reformas y la responsabilidad de las empresas hacia sus clientes. Muchos consideran que esta decisión marca un precedente en la defensa de los derechos de los consumidores, instando a las empresas a elevar sus estándares de trabajo.
La empresa, que había mantenido un historial aceptable en el mercado antes de este incidente, ha manifestado su intención de apelar la sentencia, al tiempo que evalúa la posibilidad de revisar sus protocolos de calidad para evitar futuros contratiempos. Por su parte, la clienta ha expresado su satisfacción con el fallo y espera que este caso sirva de advertencia para aquellos que puedan verse en situaciones similares.
