Nacido en Tokyo en 1963 Murakami es uno de los artistas contemporáneos que más está dando que hablar ultimamente. Su éxito radica en la originalidad y el poder de sus imágenes de la cutura popular japonesa, las cuales se mueven en un terreno intermedio que va de lo más tradicional a lo más innovador.
Sus inicios en el mundo artístico hay que enmarcarlos dentro de lo conocido como arte Nihonga, un estilo pictórico en el que prima el uso de técnicas y materiales tradicionales japoneses, nacido a finales del siglo XIX como reación a la fuerte influencia de occidente en el país del sol naciente; Murakami pronto cambió su hacer como artista y se lanzó de lleno a realizar las figuras de colores planos provenientes del mundo del manga, (comic, papel) y del anime (cartoons animados), que tanto obsesionan a la sociedad japonesa.
Murakami funda en 1995 Hiropon Factory, la cual bajo su dirección crea imágenes y figuras perfectamente elaboradas y ordenadas, de la cual surge un estilo propio denominado Superflat, el cual tiene como principales características formales: figuras o imágenes basadas en la animación, colores planos y un fuerte contenido sexual fetichista, lo que acaba produciendo un efecto de tal superficialidad como la del mundo pop de las mercancías y de los símbolos. En general su visión de un arte japonés contemporáneo radica en la fusión de pintura japonesa con su marcado énfasis en la superficie, el Pop Art americano desde Warhol a Koons, y los fantásticos mundos multicolor del anime.
Las obras de Murakami encarnan traumas, deseos y esperanzas de una sociedad occidentalizada y un tanto patológica como es la japonesa, y tienen el fin de cambiar el estatus y percepción del arte contemporáneo en Japón, donde ya ha sobrepasado el estatus de artista para convertirse en un auténtico icono, vendiendo sus obras a precios desorbitados, decorando el interior de autobuses, rediseñando el logo de Louis Vuitton por encargo de Marc Jacobs, portadas de discos como el último de Kanye West , o con toda una serie de accesorios para todos aquellos bolsillos que no puedan permitirse las prohibitivas obras de este gurú de la modernidad nipona.
Desde el 29 de octubre de 2007 hasta el 11 de febrero de 2008 podremos ver sus obras, en una gran retospectiva que le dedica el MOCA de Los Ángeles.