Si hay algo que aprendió Sarah Jessica Parker luego de seis temporadas en HBO protagonizando “Sex & the City” es el tiempo de la comedia. Sin embargo, la actriz norteamericana buscaba alejarse del estereotipo Greenwich cuando se topó con este drama dirigido por Noam Murro.
Lawrence Wetherhold (Dennis Quaid) es un presumido catedrático de Literatura Norteamericana que sufre un accidente y es hospitalizado. Janet Hartigan (Sarah Jessica Parker) no sólo es su doctor de turno sino que en el pasado fue su alumna, aunque él, absorto en su propia persona, no la recuerda.
Para superar la muerte de su esposa, él y su hija Vanessa (Ellen Page) se han refugiado en un universo intelectual carente de todo sentimentalismo. Es el cuñado de Lawrence (Thomas Haden Church) quien logra acercar a la familia al mundo de los vivos y enfrentarlos con sus propias debilidades.
Un film para aquellos que disfrutan de guiones íntimos y que han sido testigos de las consecuencias de un excesivo academicismo.
