Serenae, la nueva compañía de satélite que ha emergido como líder en el mercado, busca cerrar la brecha digital en áreas remotas y desconectadas de España y África Francófona. Con una cuota de mercado del 70%, la empresa se posiciona como una solución vital para millones de personas que aún carecen de acceso a una conexión de calidad, especialmente en entornos rurales.
La firma retoma la esencia de Quantis, que fue fundada en 2011 y formó parte del grupo Eurona desde 2016. Después de un proceso de reestructuración en 2024, el equipo fundador recuperó el control mediante la adquisición de la unidad productiva, dando vida a Serenae. Esta nueva marca mantiene el mismo propósito que su predecesora: proporcionar conectividad a las comunidades que más la necesitan.
Aquilino Antuña, presidente de Serenae, subraya que la conexión a Internet no debe ser un privilegio limitado por la ubicación geográfica. «Queremos ser una compañía real, cercana, amable y honesta. España sólo podrá estar conectada al 100% gracias al satélite, ya que la fibra no puede llegar a todos los rincones del país», afirma.
El plan de la compañía es claro: en 2025 se centrará en estabilizar y alcanzar la rentabilidad, mientras que en 2026 buscará un crecimiento significativo, especialmente en el ámbito residencial. Además, se reforzará la línea de negocio internacional, enfocándose en países de habla francesa en África, donde ya ha demostrado su capacidad operativa.
Antuña destaca que la creciente necesidad de soluciones de satélite, impulsada por incidentes como el temporal Dana y apagones, está acelerando la demanda de conectividad. Servicios de emergencias, grandes cadenas de distribución y residencias de mayores son algunos de los sectores que requieren con urgencia estas soluciones.
Serenae opera en un contexto donde aún existen miles de hogares sin acceso a Internet, lo que frena la digitalización y limita el acceso a servicios esenciales. La compañía ofrece conectividad por satélite, permitiendo que hogares, pequeños negocios y entidades públicas en zonas de difícil acceso encuentren una solución viable.
Trabajando junto a socios estratégicos como Hispasat, Serenae combina su capacidad técnica para garantizar una conexión estable y universal. Antuña destaca la necesidad del satélite para asegurar la conectividad, afirmando que «es la única tecnología que no tiene limitaciones geográficas».
Más allá de la tecnología, la empresa se enfoca en el impacto social de sus proyectos, mejorando la vida de las personas en áreas como educación, salud y cuidado de la tercera edad. En el ámbito internacional, Serenae ha trabajado en la digitalización de actividades agrícolas y en el acceso a servicios esenciales en países con retos de cobertura.
La compañía respalda la perspectiva de la ONU, que ha declarado el acceso a Internet como un derecho fundamental, y se alinea con la Unión Europea, que lo considera parte de los derechos sociales básicos. Esta visión implica que nadie debería quedar excluido por su ubicación geográfica.
