Hace tiempo que denunciamos que la industria de Hollywood está gravemente enferma, especialmente por tres infecciones malignas: remake, secuela y 3D. El inicio de la llamda «temporada de verano», esa en la que salen churros y blockbusters, ha hecho saltar las alarmas en Hollywood, puesto que los registros de taquilla en este inicio de temporada registran un 13,3% menos de recaudación que en el año anterior. De hecho, presumibles bombazos como Prince of Persia o El Equipo A han hecho bastante el ridículo y, de momento, sólo se han salvado de la quema Iron Man 2 (pese a su paupérrima calidad) y, la gran sorpresa, The Karate Kid.
En Vulture, sección de entretenimiento de la NY Magazine, comentan que ejecutivos de Hollywood en las que muestran su nerviosismo. “Estamos recibiendo una enorme cantidad de llamadas al nivel más alto de la escala de producción. Están muy nerviosos”. Rematan con «tenemos nuestras películas listas para el año que viene pero viendo este debacle, ¿sabéis qué? Necesitamos material original. Necesitamos mierda original porque tenemos a los jefes encima».
JC Spink, productor ejecutivo de Resacón en las Vegas (uno de los éxitos del pasado verano) da un paso al frente y se muestra rotundo: «la gente percibe que se les está vendiendo, no están invitados a participar (…) Creo que la industria se nos ha ido de las manos. Llevamos mucho tiempo sin material original y es una vergüenza, y no creo que nadie se apuntara a esta industria para estar en esta situación”.
En otro artículo de Hollywood Elswhere relacionado con el mismo tema, el redactor Jeff Wells abre su artículo con “Un director y guionista al que conozco desde hace años me ha dicho que, desde principios de los 80, la experiencia, la inteligencia y la resistencia de los productores ha descendido significativamente. Los que están sentados tras la mesa no saben nada más que actuar como depredadores”. Por si no fuera lo bastante contundente, remata con un comentario que le soltó un director-guionista amigo suyo en el que dice textualmente que «esa gente (por los altos ejecutivos y productores de Hollywood) está empeorando por minuto. Son idiotas. Creíamos que la generación de los 90 era mala, pero estos que vienen ahora son ridículos”.
Todo esto, no obstante, creo que tiene una lectura muy positiva. Si realmente descienden los beneficios y el público se cansa, nos cansamos, de tragarnos toda la mierda que nos echen puede que desde Hollywood acaben poniéndose las pilas y empiecen a sacar películas originales, sorprendentes y buenas; que algunas hay, pero ahí bien escondidas. No es tan grave la crisis como para que dejen de endosarnos tragaperras fílmicas, pero quizás haya un mayor porcentaje de material de calidad a partir de 2012. Estaría bien.
Esto es una buena oportunidad porque los productores valientes den un paso al frente y pongan el dinero en proyectos más arriesgados porque el público ha hablado, y el público quiere cosas nuevas. ¿Estamos en la antesala de un cambio a mejor? Mi respuesta es: Ojalá.
