Ucrania ha comunicado al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que, aunque la central nuclear de Zaporiyia – la más grande de Europa – sigue siendo operada por su plantilla, su personal directivo se encuentra ahora bajo las órdenes del comandante de las fuerzas rusas que tomaron el control del emplazamiento la semana pasada. Esta situación implica que cualquier acción del personal directivo de la central, incluidas las medidas relacionadas con la operación técnica de las seis unidades de reactor, requiere la aprobación previa del comandante ruso.
El director general del OIEA, Rafael Mariano Grossi, expresó gran preocupación por este hecho, ya que contraviene uno de los siete pilares indispensables de la seguridad nuclear, el cual establece que el personal de operación debe poder desempeñar sus funciones en materia de seguridad tecnológica y física sin presiones indebidas.
Ucrania también notificó un segundo acontecimiento grave: las fuerzas rusas que ocupan la central de Zaporiyia han desconectado algunas redes móviles e internet, lo que impide obtener información fiable desde el emplazamiento a través de los canales normales de comunicación. El regulador nuclear ucraniano ha informado que está teniendo importantes problemas de comunicación con el personal de operación de la central. Aunque las comunicaciones telefónicas móviles siguen siendo posibles, presentan mala calidad.
Grossi manifestó su extrema preocupación por estos acontecimientos, indicando que varios de los siete elementos principales de la seguridad nuclear tecnológica y física ya se han visto comprometidos. Subrayó la necesidad de que el personal directivo y de plantilla pueda desempeñar sus funciones vitales sin interferencias ni presiones externas indebidas, así como de mantener comunicaciones fiables entre el regulador y la central.
A pesar de los problemas de comunicación, el regulador ha podido proporcionar información actualizada sobre el estado operacional de la central nuclear de Zaporiyia y confirmar que los niveles de radiación en la central siguen siendo normales. De los seis reactores, la unidad 1 está en mantenimiento programado hasta mediados de 2022, la 2 funciona a plena capacidad, la 3 está en estado de parada fría, la 4 funciona casi a plena capacidad, la 5 se está enfriando para pasar a reserva fría, y la 6 está en parada fría. Actualmente, ocho de los 15 reactores de Ucrania están en operación, incluidos dos en Zaporiyia.
El regulador ha destacado que los equipos de operación de la central están trabajando en tres turnos rotativos, aunque enfrentan problemas con la disponibilidad y suministro de alimentos, medicamentos y piezas de repuesto, lo que afecta negativamente la moral del personal.
En relación a la central nuclear de Chernóbil, el regulador ha informado de problemas para comunicarse con el personal, siendo posible únicamente mediante correos electrónicos. Las fuerzas rusas también han tomado el control de este emplazamiento, donde se produjo el grave accidente nuclear de 1986. Actualmente, el personal de Chernóbil, que consta de más de 200 técnicos y guardias, no ha podido trabajar de forma rotativa desde el 23 de febrero.
Grossi ha insistido en la importancia de permitir que el personal de Chernóbil trabaje de forma rotativa para garantizar la seguridad y ha manifestado su disposición a viajar a Chernóbil u otro lugar para obtener el compromiso de las partes en conflicto con la seguridad de las centrales nucleares del país.
Además, se ha perdido la comunicación con todas las empresas e instituciones de Mariupol que utilizan fuentes de radiación, sin información sobre su estado, lo cual es una seria preocupación debido a los posibles daños que el material radiactivo puede causar. También, una instalación de investigación nuclear en Járkov, que produce radioisótopos para aplicaciones médicas e industriales, ha sido dañada por bombardeos sin causar aumentos en los niveles de radiación.
Grossi ha subrayado la urgencia de actuar para evitar un accidente nuclear en Ucrania que podría tener graves consecuencias para la salud pública y el medio ambiente, reiterando los siete pilares indispensables de la seguridad nuclear tecnológica y física en la reciente reunión de la Junta de Gobernadores del OIEA.
Fuente: Agencia Sinc