El Gobierno británico ha tomado la decisión de implementar descuentos de hasta 3.750 libras, equivalentes a aproximadamente 4.600 euros, para los compradores de coches eléctricos cuyo precio no supere las 37.000 libras, es decir, más de 42.000 euros. Esta iniciativa tiene como objetivo estimular la demanda de vehículos eléctricos, la cual había mostrado signos de estancamiento, al tiempo que busca mejorar las posibilidades de alcanzar las metas de emisiones cero de gases de efecto invernadero establecidas para 2050.
La administración ha comprometido una inversión de 650 millones de libras, cerca de 750 millones de euros, en este programa de incentivos que estará disponible para los consumidores a partir de esta semana. La Secretaria de Transporte, Heidi Alexander, destacó que «esta subvención a los vehículos eléctricos no solo permitirá a los ciudadanos conservar el dinero que tanto les ha costado ganar, sino que también ayudará a nuestro sector automovilístico a aprovechar una de las mayores oportunidades del siglo XXI».
La implementación de este plan responde a los reiterados llamados de la industria automovilística para obtener incentivos que faciliten las ventas de vehículos eléctricos. Los fabricantes deben incrementar sus cifras anualmente para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones, y aquellos que no logren alcanzar los niveles requeridos se enfrentarán a multas significativas. Por otro lado, los consumidores habían señalado el coste inicial elevado como una de las principales barreras para la adquisición de estos automóviles.
Cabe recordar que en 2022, el Gobierno británico había eliminado su anterior plan de incentivos para la compra de vehículos eléctricos, optando por centrarse en la expansión de la infraestructura de recarga pública. Con este nuevo enfoque, el ejecutivo se alinea con otros países europeos que ya ofrecen subvenciones y exenciones fiscales a los compradores de este tipo de vehículos. La subvención de 650 millones de libras estará disponible hasta 2028-2029.