Un reciente informe de la encuesta sobre Cadenas de Valor Globales ha revelado datos significativos sobre el fenómeno de la externalización internacional entre empresas europeas. Este proceso, también conocido como internacional sourcing, implica la reubicación parcial o total de actividades empresariales a socios ubicados en el extranjero, ya sean afiliados o no. Los resultados del estudio, que abarcan el período de referencia de 2021 a 2023, ofrecen una visión clara de cómo las empresas en la Unión Europea (UE) organizan sus actividades y el impacto que esto tiene en el empleo y la producción.
Entre 2021 y 2023, un notable 72,8% de las empresas de la UE que recurrieron a la internacionalización trasladaron sus funciones comerciales a otros países dentro del bloque. Fuera de la UE, India se posicionó como el principal destino para la externalización, concentrando un 18,6% de las actividades, seguido por el Reino Unido con un 17,1%.
Los motivos detrás de esta tendencia son diversos. Para el 34,1% de las empresas que realizaron internacional sourcing, la reducción de costos laborales fue un factor determinante, mientras que el 27,8% buscaba disminuir otros gastos. Por otro lado, el 20,3% de las empresas optó por este camino para poder centrarse en su actividad principal.
En cuanto a las funciones trasladadas, destaca la preeminencia de las áreas administrativas y de gestión, que representan el 47,4% de las externalizaciones, seguidas de los servicios de tecnología de la información y comunicación con un 28,7%. Esto pone de manifiesto la creciente tradabilidad de las funciones de servicio.
A pesar de que la creación de empleos en el período analizado fue de 52.853, lo que equivale a un modesto 0,08% del total de empleos en empresas con más de 50 empleados, la pérdida de 152.023 trabajos (0,22%) tuvo un impacto más considerable. Aunque el impacto neto resultó en la pérdida de 99.170 puestos (0,14%), es fundamental considerar el efecto acumulativo de estas cifras a lo largo del tiempo.
Los sectores más afectados por las pérdidas de empleo fueron la producción de bienes y materiales, con -53.577 puestos, y los trabajos administrativos y de gestión, con -33.818. Sin embargo, en un giro interesante, estas funciones también generaron nuevos requisitos de personal, sumando 12.762 nuevos empleos en administración y gestión, y 12.493 en producción.
Particularmente preocupante fue la reducción de puestos en el sector de servicios de tecnología de la información, que reportó la mayor pérdida relativa, un -0,46% que equivale a -15.308 empleos. No obstante, este sector también vio un resurgimiento, con la creación de un 0,21% de nuevos puestos (+6.869 empleos) gracias a la misma actividad de internacional sourcing.
Estos datos son el resultado de la primera serie de resultados oficiales de la encuesta GVC, realizada en 22 países de la UE y Noruega, y destacan la complejidad y dualidad de la externalización internacional, que, aunque genera desafíos en términos de empleo, también puede ofrecer oportunidades de crecimiento y especialización para las empresas europeas. La información presentada se complementará en un artículo más detallado que se desarrollará en futuras publicaciones.





