El informe más completo sobre patatas fritas, chips y nachos desvela cuáles son las opciones más saludables y cuáles deberían evitarse por su perfil nutricional y presencia de aditivos preocupantes
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado uno de los estudios más exhaustivos hasta la fecha sobre snacks salados como patatas fritas, chips y nachos. En total, se han evaluado 331 productos disponibles en supermercados españoles, teniendo en cuenta su contenido nutricional, presencia de aditivos, cantidad de sal, grasas y azúcar, además de la transparencia de su etiquetado. El resultado ofrece una radiografía clara de los productos más saludables… y también de los que deberían limitarse o incluso evitarse.
🔴 Lo que no deberías comprar: exceso de sal, grasas saturadas y aditivos como el E150d
El informe de la OCU señala con especial preocupación la presencia del aditivo E150d (caramelo de sulfito amónico), considerado posiblemente cancerígeno por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC). Este componente aparece en productos tan populares como las Ruffles sabor jamón y las patatas onduladas sabor jamón de Consum, que han recibido algunas de las peores puntuaciones del estudio.
Además del E150d, muchas patatas fritas incluyen otros ingredientes preocupantes:
- Aromas artificiales (incluidos aromas de humo con potencial genotóxico).
- Potenciadores del sabor, como el glutamato monosódico o sus sustitutos.
- Grasas en proporciones elevadas, con productos que llegan hasta el 44 % de contenido graso.
- Altísimo contenido en sal, superando en algunos casos el 4 %, cuando el umbral aceptable es del 1 %.
En definitiva, son snacks ultraprocesados, con una lista de ingredientes extensa y poco natural, que aportan mucho más que sabor: aportan también riesgos para la salud si se consumen con frecuencia.
⚠️ ¿Cuántas calorías tiene un bol de patatas fritas?
Una ración típica de patatas fritas (unos 40 gramos, lo que cabe en un cuenco mediano) contiene aproximadamente 214 kcal, es decir, más del 10 % del requerimiento energético diario para un adulto. El problema es que:
- Más del 52 % de estas calorías provienen de grasas.
- Muchas de esas grasas son saturadas, que en exceso contribuyen a enfermedades cardiovasculares.
- El alto contenido en sal favorece la hipertensión, la retención de líquidos y otros problemas de salud a largo plazo.
🟢 Las mejores opciones según la OCU: naturales, sin aditivos y con ingredientes simples
Entre los productos con mejor puntuación destaca una opción sorprendente: los nachos ecológicos de trigo sarraceno de Sol Natural, que han obtenido una puntuación de 87 sobre 100 en la Escala Saludable OCU. ¿Por qué? Por su perfil limpio: sin aditivos, solo 8,1 % de grasa, 0,4 % de sal y una etiqueta clara y breve. Además, cuentan con Nutriscore A, la mejor calificación del sistema.
Otra alternativa destacada son las patatas fritas sin sal añadida de Veritas, elaboradas solo con patatas y aceite vegetal. Sin sabores artificiales ni añadidos innecesarios, se convierten en una opción a considerar para quienes no quieren renunciar al crujido, pero sí al exceso.
🧠 ¿Qué mirar en la etiqueta al comprar patatas fritas o chips?
La OCU insiste en que, aunque este tipo de productos no pueden considerarse saludables en general, hay formas de elegir mejor:
✅ Optar por snacks con:
- Aceite de oliva o girasol alto oleico.
- Bajo contenido en sal (menos del 1 %).
- Lista corta de ingredientes (idealmente: patata, aceite, sal).
❌ Evitar productos con:
- Colorantes como el E150d.
- Aromas de humo.
- Ingredientes como maltodextrina, jarabes, proteínas lácteas, extractos de levadura o gomas.
🍟 ¿Y qué pasa con los sabores “gourmet”?
Cada vez son más frecuentes los sabores exóticos como trufa negra, chorizo, solomillo braseado o foie gras, que pretenden ofrecer una experiencia de alta cocina… pero esconden una alta carga de aromas artificiales y aditivos.
Aunque la etiqueta pueda resultar atractiva, lo cierto es que muchas veces estos productos no aportan valor nutricional adicional y sí lo hacen en términos de aditivos y transformación industrial. La OCU recomienda optar por sabores más sencillos y sin este tipo de compuestos si se quiere evitar riesgos innecesarios.
📝 Conclusión: modera el consumo y elige con criterio
El estudio concluye que más de la mitad de los productos analizados (116 de 331) reciben una puntuación por debajo de 40 sobre 100, lo que los sitúa como una mala o muy mala elección de compra.
Sin embargo, hay margen para disfrutar de un snack de vez en cuando, siempre que se haga de forma responsable. La clave está en la moderación, en leer las etiquetas y en buscar productos lo menos procesados posibles. Porque no todos los chips son iguales, y no todas las patatas fritas tienen que ser sinónimo de bomba calórica y química.
🛒 ¿Quieres consultar la puntuación de tus snacks favoritos?
Puedes hacerlo a través del comparador nutricional de la OCU en su web oficial: ocu.org
Una herramienta imprescindible para quienes desean disfrutar de sus patatas favoritas con mayor conocimiento… y menos riesgos para la salud.