La Comisión Europea ha dado un paso significativo hacia la regulación de las redes sociales con la publicación de sus directrices bajo el Artículo 28 de la Ley de Servicios Digitales. Este movimiento ha generado preocupación sobre cómo tales medidas podrían impactar los derechos de privacidad, expresión y participación de los jóvenes, derechos que están consagrados en las leyes internacionales de derechos humanos.
La Electronic Frontier Foundation (EFF) ha presentado recientemente comentarios a la consulta de la Comisión sobre estas directrices, subrayando un punto crucial: la seguridad en línea de los jóvenes debe incluir su privacidad y seguridad, sin sacrificar su libertad de expresión ni el acceso equitativo a los espacios digitales.
El Artículo 28 exige a las plataformas en línea que adopten medidas adecuadas y proporcionales para asegurar un alto nivel de seguridad, privacidad y protección para los menores en sus servicios. Sin embargo, también prohíbe la publicitación personalizada dirigida a los menores, lo que implica que las plataformas deben conocer la edad de sus usuarios. La Ley de Servicios Digitales reconoce la tensión inherente entre asegurar la privacidad de los menores y la necesidad de que las plataformas verifiquen su edad. No obstante, no resuelve esta tensión y establece que los proveedores de servicios no deben ser incentivados a recopilar datos sobre la edad de sus usuarios.
Esto plantea la cuestión de los métodos de verificación de edad, que son cruciales para entender las obligaciones de las plataformas en línea en la protección de los menores. La EFF ha destacado las serias preocupaciones que estos métodos conllevan para los derechos y la seguridad de los jóvenes. La mayoría de las estrategias para verificar la edad implican el uso de documentos de identidad emitidos por el gobierno, a los que muchos en Europa, incluidos migrantes y grupos marginados, pueden no tener acceso. Métodos alternativos, como la estimación biométrica de la edad, conllevan el procesamiento de grandes cantidades de datos personales y sensibles, lo que puede resultar en discriminación y errores de estimación.
Las directrices de la Comisión también ofrecen una amplia gama de medidas sobre lo que se considera un «diseño apropiado para la edad» en los servicios en línea. Algunas de ellas, como configuraciones predeterminadas para proteger la privacidad y una moderación de contenido efectiva, beneficiarían a todos los usuarios. Sin embargo, la interpretación más reciente de la Comisión sugiere que las restricciones de acceso basadas en la edad son necesarias para garantizar la privacidad y seguridad de los menores en las plataformas en línea.
Esta postura ha sorprendido a muchos en Bruselas, donde se consideraron leyes de prohibición de redes sociales como las implementadas en Australia como desproporcionadas. La Comisión está respondiendo a la presión de Estados miembros como Francia y Grecia para implementar prohibiciones a jóvenes menores de cierta edad en plataformas de redes sociales, y sus nuevas pautas permiten la posibilidad de leyes nacionales sobre límites de edad para ciertos servicios.
Es preocupante que la Comisión considere el uso de verificación de edad como una medida proporcionada en cualquier situación donde un proveedor de plataforma en línea identifique riesgos para la privacidad o seguridad de los menores. Esta visión podría establecer un mandato legal amplio para medidas de verificación de edad.
Es evidente que tales prohibiciones no harán que Internet sea un espacio más seguro para los jóvenes. Al excluir a un grupo vulnerable de los servicios en línea, se eliminan los incentivos para que las plataformas como Instagram y TikTok mejoren la seguridad de sus productos. Las restricciones pueden llevar a que muchos adolescentes busquen formas de eludirlas, quedando desprovistos de las protecciones adecuadas y de experiencias apropiadas a su edad.
Fuente: EFF.org