Producción y Consumo de Carbón en la UE Alcanzan Niveles Históricos de Mínimo

0
20
Two people in safety clothes with heavy machinery and coal in the background.

La producción y consumo de carbón en la Unión Europea ha registrado cifras históricas en 2024, alcanzando sus niveles más bajos desde que hay registros. La producción se situó en 242 millones de toneladas y el consumo en 306 millones de toneladas, lo que representa caídas significativas del 12% y 13%, respectivamente, en comparación con 2023. Esta tendencia se observa tras una disminución aún más marcada entre 2022 y 2023, cuando la producción y el consumo cayeron un 21% y un 23%, respectivamente.

Este decreciente uso del carbón en la generación eléctrica es notable, ya que la participación de este recurso en la producción de electricidad pasó del 16% en 2022 al 12% en 2023. Este cambio refleja una transición gradual hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles en el bloque europeo.

Uno de los factores que ha influido en esta drástica caída en las importaciones de carbón ha sido el cambio respectivo en sus principales proveedores. La importación de carbón duro desde Rusia se desplomó en un 98% entre 2021 y 2023, impulsada por la prohibición impuesta por la UE en agosto de 2022, en respuesta a la invasión de Ucrania por parte del Kremlin.

En este contexto, los cinco principales proveedores de carbón duro a la UE en 2023 fueron Australia y Estados Unidos, cada uno con una cuota del 25%, seguido por Colombia (18%), Sudáfrica (14%) y Kazajistán (9%). Esta reconfiguración en las importaciones de carbón pone de manifiesto la búsqueda de nuevas alianzas comerciales para garantizar el suministro energético.

A pesar de la drástica reducción en la dependencia de las importaciones de carbón ruso, en 2023, la tasa de dependencia del carbón duro en la UE alcanzó el 67%. Aunque es un porcentaje significativo, sigue estando por debajo de las tasas correspondientes al petróleo y al gas natural, que son del 95% y 90% respectivamente.

Estos datos indican una clara tendencia hacia la desconexión del carbón como fuente primaria de energía y un fortalecimiento de las políticas energéticas que buscan diversificar la matriz energética del continente.