Precios de Electricidad para Hogares en la Primera Mitad de 2025: Caída del 0,5%

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En la primera mitad de 2025, el precio medio de la electricidad para los hogares en la Unión Europea se mantuvo relativamente estable en €28,72 por cada 100 kWh, experimentando una leve disminución del 0,5% respecto a los €28,87 del segundo semestre de 2024. Este fenómeno continúa una tendencia de estabilidad en los precios, aunque aún se sitúan muy por encima de los niveles previos a la crisis energética de 2022.

Sin embargo, la participación de impuestos y gravámenes en las facturas de electricidad ha tenido un aumento significativo, pasando del 24,7% en la segunda mitad de 2024 al 27,6% en el primer semestre de 2025. Este cambio implica que la ligera bajada en los precios pre-impuesto aún no se ha traducido en un alivio para los consumidores.

Alemania reportó los precios más altos de electricidad en este periodo, alcanzando €38,35 por cada 100 kWh, seguida de Bélgica con €35,71 y Dinamarca con €34,85. Por el contrario, los precios más bajos se registraron en Hungría (€10,40), Malta (€12,44) y Bulgaria (€13,00).

En comparación con el primer semestre de 2024, se observaron notables aumentos de precios en Luxemburgo (+31,3%), Irlanda (+25,9%) y Polonia (+20,0%). En contraste, las mayores reducciones de precios se dieron en Eslovenia (-13,1%), Finlandia (-9,8%) y Chipre (-9,5%).

Expresados en términos de poder adquisitivo estándar (PPS), los precios de la electricidad fueron más altos para los hogares en Chequia (39,16), Polonia (34,96) e Italia (34,40). Los precios más bajos, en términos de PPS, se registraron en Malta (13,68), Hungría (15,01) y Finlandia (18,70).

En el sector no doméstico, los precios de electricidad en la UE experimentaron una leve disminución, situándose en €19,02 por cada 100 kWh, bajando de €19,41 en la segunda mitad de 2024. Es notable que el número de países con aumentos de precios fue casi igual al de aquellos con disminuciones.

La situación del mercado eléctrico en la UE refleja un contexto complejo en el que la regulación e impuestos juegan un papel crítico en las tarifas que enfrentan los ciudadanos y las empresas. La tendencia a la estabilidad de precios podría no ser suficiente para aliviar la carga de los consumidores que aún se enfrentan a costos elevados en comparación con las cifras anteriores a la crisis energética.