Las transmisiones automáticas han existido desde hace muchos años, y aunque en Europa el 80% de las ventas son coches con cambio manual, la tradición de acelerar y dejar que el coche haga el resto fue y es, sin duda, todo un fenómeno en América. Tanto es así que un lector de Jalopnik, atemorizado por la invasión de «todo lo automático», ha decidido tatuarse un cambio manual de cinco velocidades en la espalda.
La cosa fue así: un chico de 20 años, amante de los coches con cambio manual y de la conducción sin intrusiones, llevaba dándole vueltas desde hace tiempo a la idea de tatuarse algo, pero decidió esperar hasta encontrar el diseño que le gustara más y que no aburriría al cabo de pocos años. El pasado mes de febrero acudió a un centro de tatuajes de California y se tatuó un cambio manual de cinco velocidades en el centro de la espalda.
La gota que colmó su vaso fue el accidente de Volvo con su sistema de frenado automático. Además, el chico afirma que se entristeció cuando leyó que cada vez menos gente considera que su coche es más que un simple aparato que te lleva de A a B. «Cada vez estoy más convencido de que pertenezco a la última generación que experimentará el auténtico placer de conducción», apunta.
Las cajas automáticas de doble embrague, el control de tracción y el avisador de cambio involuntario de carril, ¿realmente hacen que los coches sean mejores?
Cansado de la tecnología excesivamente intrusiva de los coches, decidió que la mejor forma de inmortalizar el espíritu de los coches de antaño, como su viejo Honda CRX del 91, era su propio cuerpo.
Tras ver todos estos elementos tan intrusivos que no hacen más que cargarse el auténtico espíritu de la conducción, el chico hizo público su tatuaje mandando las fotos a la página web nombrada al principio. Eso sí es demostrar amor por los coches de verdad, ¿no creéis?
Fuente: Jalopnik