Después de una primera tanda de imágenes espía del Mini SUV, y de una pelea con los nombres (primero se iba a llamar Monte, después lo niegan y afirman que se llamará Crossman -algo más lógico-), el todocamino basado en el Clubman ha sido pillado en una ciudad europea (una cerveza virtual a quien la acierte). Con el mismo camuflaje que la primera vez, aunque no con las mismas estadísticas, Mini se dispone a romper aún más los esquemas, pero de un modo más ligero que el Clubman.
Una de las principales modificaciones es el aumento de la batalla, de modo que con ello aumenta el espacio interior. La tracción en las cuatro ruedas también estará presente en este nuevo Mini que hará historia en la marca inglesa, sea para bien o para mal.
Es posible que la marca inglesa desvele este mismo año la versión final, aunque algunos datos como el precio ya se rumorean. Se supone que la versión básica rondará las 22.000 libras.
Vía: AutoExpress