Nueva Edición de Cifras Clave Sobre la Cadena Alimentaria Europea

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A person picks up a fruit at a market.

En el corazón de la Unión Europea, la agricultura y la producción alimentaria son pilares esenciales que sostienen no solo la economía, sino también la vida diaria de sus ciudadanos. En un informe reciente titulado «Key Figures on the European food chain», la edición de 2024, se arrojan cifras sorprendentes sobre el estado actual de la cadena alimentaria europea, revelando tanto logros como retos que enfrenta el continente.

En 2020, las 9,1 millones de explotaciones agrícolas de la UE utilizaron un impactante 38,4 % de la superficie total del territorio europeo para actividades agrícolas. Este dato subraya la importancia del sector agrícola en el uso del suelo y en la estructura económica del continente. A medida que avanzan los años, el enfoque en sostenibilidad y eficiencia en el uso de la tierra se vuelve cada vez más crucial.

El año 2023 vio a la UE alcanzar una producción de 272 millones de toneladas de cereales, destacando la capacidad del continente para generar grandes volúmenes de productos agrícolas básicos. Este nivel de producción no solo satisface la demanda interna, sino que también posiciona a la UE como un actor clave en el mercado global de cereales.

Por otro lado, el gasto de cada ciudadano de la UE en alimentos, bebidas y servicios de catering se situó, en promedio, en €3.980 en el 2022. Esta cifra refleja no solo las preferencias y hábitos de consumo, sino también la importancia de la industria alimentaria en las economías locales y nacionales.

La publicación también ofrece un análisis exhaustivo de las tendencias y desarrollos en tres partes fundamentales de la cadena alimentaria. En primer lugar, se examina la producción, que incluye tanto la producción agrícola y pesquera primaria como el procesamiento de alimentos y bebidas. En segundo lugar, se analizan las actividades distributivas, que abarcan el comercio, transporte, distribución, venta al por mayor y al por menor, así como los servicios de venta de alimentos y bebidas. Finalmente, el estudio se centra en el consumo humano y en cuestiones ambientales seleccionadas, tales como el uso de fertilizantes y pesticidas, las emisiones de gases de efecto invernadero en la agricultura y los desechos dentro de la cadena alimentaria.

Este conjunto de datos proporciona una visión detallada y comprensible de la situación actual y los desafíos futuros de la cadena alimentaria europea. Al hacerlo, ofrece a los formuladores de políticas, las empresas y los ciudadanos una herramienta vital para comprender mejor cómo sus acciones afectan, y son afectadas, por la cadena alimentaria europea en su totalidad. Así, la Unión Europea sigue avanzando hacia un futuro donde la sostenibilidad y la eficiencia sean los protagonistas del agroalimentario.