Naciones Unidas ha emitido un informe alarmante que declara oficialmente la presencia de condiciones de hambruna en Sudán, reflejando una de las crisis nutricionales más graves en la actualidad. Este anuncio se suma a las escasas declaraciones de hambruna que han tenido lugar en las últimas décadas, siendo los casos anteriores Sudán del Sur (2017), Somalia (2011), Corea del Norte (1995) y Etiopía (1984).
El informe de Clasificación Integrada en Fases (IPC, por sus siglas en inglés), elaborado por Naciones Unidas, gobiernos y diversas ONGs, entre ellas Acción contra el Hambre, señala que las condiciones de hambruna se concentran especialmente en el norte de Darfur, en el campo de personas desplazadas internas de Zamzam, cerca de la ciudad de El Fasher. Zamzam es uno de los mayores campos de Sudán, albergando a al menos medio millón de personas.
Hélène Pasquier, experta en seguridad alimentaria de Acción contra el Hambre, ha señalado que «las personas que sufren hambruna están al borde de la muerte». Explicó que en Zamzam, las personas no han recibido asistencia alimentaria desde abril debido a los impedimentos de acceso para las organizaciones humanitarias. “Los productos no llegan a los mercados y la población ya no tiene suministros tras tantos meses de conflicto. Mientras, los precios siguen disparados, y la población no tiene acceso a bancos ni a dinero en efectivo. Los servicios de salud en Zamzam son prácticamente inexistentes. La situación es extremadamente preocupante desde hace demasiado tiempo”, añadió Pasquier.
La hambruna es la manifestación más extrema del hambre. En este nivel de inseguridad alimentaria, las personas se enfrentan a una falta extrema de alimentos, lo que puede llevar a la inanición y la muerte. La declaración de hoy debería ser un punto de inflexión en la respuesta internacional, ya que, como se ha mencionado, solo se han producido cuatro declaraciones de hambruna en las últimas décadas.
Paloma Martín de Miguel, responsable regional de Operaciones en África de Acción contra el Hambre, ha resaltado que «desde Acción contra el Hambre, llevamos alertando de la gravedad de la situación desde el inicio del conflicto en abril de 2023. Sin embargo, aún es posible actuar para evitar que la catástrofe sea mayor». Además, advirtió sobre el nivel extremo de violencia en Sudán y cómo otros campos de desplazados en El Fasher están en riesgo similar al de Zamzam.
El informe IPC también muestra que los estados de Darfur Oriental, Occidental, Central y Meridional, Kordofán Meridional, Jartum y Al Jazirah podrían estar experimentando hambruna. «Nuestros equipos no están presentes en Zamzam», explicó Martín de Miguel, «pero sí están trabajando día a día en otras zonas donde también hay riesgo de hambruna, como Darfur Central y Kordofán del Sur».
Samy Guessabi, director de Acción contra el Hambre en Sudán, enfatizó que la hambruna se puede frenar, pero solo con el acceso y la financiación adecuados. “Las organizaciones humanitarias como la nuestra tienen cada vez más dificultades para llegar a la población necesitada”, señaló Guessabi. “Instamos a todas las partes en conflicto a que tomen medidas inmediatas para evitar la escalada de la crisis de hambre en Sudán. También apelamos a la comunidad internacional y a los actores humanitarios a proporcionar ayuda urgente y la financiación necesaria. La situación es crítica y demanda una respuesta inmediata”, concluyó Guessabi.
