Los gastos adicionales asociados a la compraventa de viviendas pueden incrementar el coste total hasta un 15%, lo que afecta de forma significativa a las decisiones de compra de las familias jóvenes. Un 38% de estas familias ha optado por retrasar la adquisición de un nuevo hogar debido al llamado «techo de cristal» económico.
Según un estudio realizado por Alfa Inmobiliaria, mudarse a una vivienda similar pero con una habitación más en Madrid implica un incremento en el precio de compra que supera el 22%. Este tipo de traslado, que a menudo es necesario con el aumento en el tamaño de la familia, conlleva un aumento no solo en el valor del inmueble, sino también en una serie de gastos adicionales que suelen ser subestimados.
Antonio Pérez de la Torre, director general de Alfa Inmobiliaria, señala que un apartamento tipo en Madrid tiene en promedio 55 metros cuadrados y un precio medio de 275.000 euros. Sin embargo, al considerar una vivienda de 80 metros cuadrados en zonas urbanas consolidadas, el costo puede alcanzar los 335.000 euros. Este cambio se traduce en cuotas hipotecarias que pueden aumentar entre un 35% y un 45%, lo que se convierte en un reto económico considerable para muchas familias que ya enfrentan otros gastos como los relacionados con la crianza de los hijos.
Además del precio de la vivienda, los gastos de la compraventa, que comprenden el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, notaría, registro, gestoría y mudanza, pueden registrar un incremento que oscila entre el 12% y el 15%. A esto se suman los gastos mensuales derivados de un mayor consumo de servicios como agua, luz y calefacción, que pueden aumentar entre 90 y 145 euros mensuales.
Este contexto ha llevado a un significativo número de familias a posponer su compra de vivienda, optar por permanecer en espacios pequeños, retrasar la decisión de tener más hijos o buscar alternativas de alquiler. Alfa Inmobiliaria hace hincapié en la necesidad de que las políticas públicas apoyen el acceso a viviendas familiares asequibles y que el mercado ofrezca soluciones flexibles para atender las necesidades de las familias en crecimiento.
En resumen, el proceso de mudarse a una vivienda con una habitación extra no es solo una cuestión de espacio, sino que constituye una decisión económica compleja que requiere de una cuidadosa planificación.