El minilifting facial, una técnica quirúrgica innovadora, está ganando popularidad como una opción menos invasiva para quienes buscan un rejuvenecimiento natural del rostro. A diferencia del lifting facial tradicional, que se dirige al área total del rostro y cuello, el minilifting se centra en tratar áreas específicas donde la pérdida de firmeza es más evidente, como la mandíbula, el cuello o las comisuras.
El Dr. Carlos Gullón Cabrero, un renombrado cirujano plástico de la Clínica FEMM, explica que mediante esta técnica se pueden conseguir resultados naturales al realizar incisiones mínimas y estratégicamente situadas, lo que permite tensar la piel y revitalizar la apariencia sin alterar los rasgos propios del paciente. «Esta técnica es perfecta para quienes buscan una mejora sutil, pero efectiva», comenta el Dr. Gullón, destacando la importancia de mantener expectativas realistas sobre los resultados.
Entre las ventajas del minilifting facial se incluye el hecho de que evita el efecto «cara hinchada» que a menudo provocan los excesivos rellenos faciales. Además, ofrece resultados duraderos al actuar directamente sobre la estructura dérmica, a diferencia de otras técnicas temporales. También destaca por un tiempo de recuperación más rápido que el lifting facial completo, permitiendo a los pacientes retomar actividades leves en tan solo 48 a 72 horas.
El procedimiento, al ser menos invasivo, se realiza generalmente con anestesia local o sedación y es ambulatorio, permitiendo que los pacientes dejen el hospital pocas horas después de la cirugía. El Dr. Gullón también sugiere que el minilifting puede complementarse con otros tratamientos médico-estéticos, como neuromoduladores, peelings químicos o tratamientos con láser, para optimizar los resultados.
La Clínica FEMM, fundada en 2008 por el Dr. Ramón Calderón Nájera y el Dr. Carlos Gullón Cabrero, es reconocida por ofrecer servicios integrales de bienestar, salud y belleza. Con un equipo de especialistas en diversas áreas de la cirugía y la medicina estética, la clínica se asegura de proporcionar un cuidado personalizado adaptado a las necesidades individuales de cada paciente.
Este enfoque menos invasivo y altamente especializado convierte al minilifting en una opción atractiva para aquellas personas que, entre 40 y 50 años, comienzan a notar los primeros signos de envejecimiento en su rostro y desean mejorar su apariencia manteniendo la naturalidad de sus rasgos.