Flock Safety, una compañía de tecnología policial conocida por su red de lectores automáticos de matrículas en Estados Unidos, está lanzando un nuevo y controvertido producto que podría acarrear complicaciones para las ciudades que decidan adoptarlo: la detección de “angustia humana” a través de audio. Este dispositivo, parte de su oferta tecnológica, es conocido como Raven y se complementa con su sistema de detección acústica de disparos. Los dispositivos están diseñados para capturar sonidos en espacios públicos y utilizan algoritmos de aprendizaje automático para identificar disparos, alertando a la policía en consecuencia. Sin embargo, la Electronic Frontier Foundation ha advertido que estos dispositivos funcionan como micrófonos de alta potencia instalados en zonas urbanas densamente pobladas.
Flock ha promocionado en su publicidad las nuevas capacidades de su producto Raven, destacando la posibilidad de alertar a las autoridades ante sonidos de “angustia”. En el anuncio, se ilustra a la policía recibiendo alertas por “gritos”. No obstante, la forma en que funciona esta tecnología aún no está clara. En el caso de la detección de disparos, los micrófonos buscan sonidos que podrían indicar un tiroteo, aunque a menudo confunden ruidos de coches o fuegos artificiales con disparos.
La compañía necesita proporcionar una explicación detallada sobre cómo funcionarán exactamente estos nuevos dispositivos y cómo interactuarán con las leyes de “escucha clandestina” que prohíben la grabación de conversaciones privadas en espacios públicos.
Flock ha enfrentado controversias legales en ciudades y estados donde sus productos han sido implementados. En Illinois, fue acusada de violar la ley estatal al permitir que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) accediera a datos de lectores de matrículas en el estado. Además, un juez de Carolina del Norte detuvo la instalación de cámaras Flock en el estado por operar sin licencia. El reciente caso en Evanston, Illinois, donde la ciudad canceló su contrato con la compañía, provocó tensiones adicionales, ya que Flock reapareció misteriosamente en la ubicación, lo que llevó a la ciudad a emitir una orden de cese y desistimiento y a cubrir las cámaras con cinta negra.
La tecnología de detección de disparos es ya problemática por sí misma, ya que el envío de patrullas ante alertas de tiroteos puede resultar en situaciones peligrosas, como se evidenció en el caso de un niño herido en Chicago por la policía que pensaba responder a un tiroteo. La introducción de un sistema que permita a estos micrófonos escuchar voces humanas en situaciones de angustia podría abrir la puerta a nuevos e inesperados problemas legales y de derechos civiles, así como también implicaciones para la seguridad de las personas.
Fuente: EFF.org